La cistitis en gatos es una infección urinaria que los felinos pueden sufrir igual que nosotros. De hecho, no es raro que ocurra. Por eso, en este post te contamos todo lo que deberías saber sobre la cistitis en estos animales para que sepas cómo actuar si a tu gato le ocurre. ¡Sigue leyendo!
Causas de la cistitis en gatos
La cistitis en gatos es una infección de las vías urinarias que provoca una inflamación de la vejiga. Realmente, es muy similar a la humana y presenta los mismos síntomas. Las principales causas son:
- Infección vírica, parasitaria o bacteriana: la más habitual es la bacteriana, pero cualquiera de las infecciones anteriores puede acabar en una cistitis. Sea el caso que sea, el veterinario recetará el tratamiento adecuado.
- Cáncer de vejiga: los tumores en la vejiga pueden causar cistitis entre otros síntomas.
- Obesidad: aunque no cause directamente cistitis, la obesidad está relacionada con multitud de infecciones, entre las que se puede encontrar la urinaria.
- Cistitis ideopática felina.
Síntomas de la cistitis en gatos
Los síntomas más comunes de la cistitis felina son:
- Dolor al orinar, oirás que tu gato maúlla.
- Se lame mucho la zona genital.
- Hace muchos intentos de orinar, pero echa muy poco cada vez.
- Orina fuera del cajón, porque lo relaciona con el dolor.
Si tu gato no consigue orinar nada, puede tratarse de una obstrucción de la uretra. En cualquier caso, necesita atención veterinaria urgente y un tratamiento para recuperarse.
Tratamiento de la cistitis en gatos
Para saber el origen de la cistitis, el veterinario le hará a tu gato análisis de sangre y orina. Después, se recetará el tratamiento adecuado en función de los resultados. Por ejemplo, si la infección es de origen bacteriano, se tratará con antibióticos; si se trata de un parásito, habrá que erradicarlo.
Recuerda que nunca debes medicar por tu cuenta a tu gato, sino seguir las indicaciones exactas del veterinario y seguir con el tratamiento hasta que indique lo contrario.
¿Se puede prevenir la cistitis felina?
Aunque a veces viene sin remedio, si cumples ciertas condiciones mantendrás a tu gato más alejado de la cistitis, minimizarás el riesgo. Para empezar, la higiene es fundamental para prevenir infecciones de todo tipo: mantén limpio a tu gato y todos los lugares que frecuente. Recuerda que tienes que limpiar periódicamente su caja de arena y poner arena nueva. Si tienes varios gatos, es mejor que cada uno tenga su caja de arena, si no, si uno contrae cualquier enfermedad se la contagiará al otro; además, compartir cajones de arena puede traer disputas territoriales.
En cualquier caso son necesarias las vacunas, pero más todavía si pretendes dejar a tu gato salir de casa y relacionarse con otros animales. Recuerda que estás a cargo de su salud.
Por último, aunque a los gatos no les gusta mucho eso de beber agua, debes asegurarte de que lo hace y se mantiene siempre bien hidratado. Una falta de hidratación puede agravar mucho la cistitis y otros problemas.
En el caso de las hembras, el riesgo de contraer cistitis se reduce muchísimo cuando son castradas.
¿Sabías que los gatos pueden tener cistitis igual que nosotros?