Cuando las cosas se ponen feas es cuando nos damos cuenta de quiénes son realmente aquellas personas que nos quieren. Parece que en el mundo perruno pasa lo mismo o eso fue lo que le sucedió a Jake con su amiga Addie cuando este se quedó ciego. ¡Conoce su historia!
Addie, los ojos de Jake
Jake llegó a la vida de Kim después de que uno de los dos perros que tenía muriera. Cuando el otro también falleció, supo que Jake necesitaba compañía. ¡Ahí fue cuando entró en sus vidas Addie!
Cuando Jake cumplió dos añitos, sus humanos notaron que algo no iba bien en sus ojos. Estos no producían lágrimas y eso afectaba mucho al perro.
Tras muchos tratamientos recomendados por el veterinario vieron que nada daba resultado. Sus ojos seguían deteriorándose y el problema causaba grandes dolores al can. Solo había dos soluciones: operarle y quitarle los ojos o una inyección que lo dejase dormido para siempre.
Ambas decisiones eran demasiado dolorosas para los dueños de Jake. Sin embargo, varias personas que convivían con perros ciegos contactaron con ellos y les explicaron que sus perretes eran felices a pesar de no ver.
Por otro lado, su veterinario les hizo entender que para los peluditos, el oído y el olfato son mucho más importantes que la visión. ¡Y esos sentidos los tenía intactos!
Así que operaron a Jake.
Cuando Jake despertó de la anestesia, comenzó a mover la cola alegremente. ¡Quería que supieran que su dolor había acabado! ¡Esto les confirmó que la decisión tomada había sido la mejor!
Al principio colocaron una campanita en el cuello de Addie para que a Jake le fuese más fácil seguirla, pero luego simplemente le bastaba con olfatearla y escuchar sus pasos.
Poco a poco Jake se fue adaptando a esta nueva situación gracias a su inteligencia, vitalidad y a su amiga Addie.
Su espíritu de perrete juguetón también volvió y ambos no se separan ni un segundo… ¡ni para dormir!
¡Addie es la mejor compañera de aventuras que Jake puede tener y se nota que se quieren muchísimo!
De nuevo, el amor y la fidelidad que muestran los perros, incluso entre ellos mismos, nos regalan una bonita historia.
Foto de portada vía Boredpanda