Si estás pensando en adoptar a una pareja de conejitos, debes tener clara una cosa: los conejos se reproducen con mucha facilidad, alcanzan la madurez sexual muy ponto y en cada parto pueden venir bastantes gazapos. Por ello, hoy te invitamos a conocer todo lo que debes saber sobre el embarazo en conejos, para que uses esta información a tu favor.
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Madurez sexual del conejo
La madurez sexual del conejo es variable y depende del sexo y de la raza del animal, pero lo habitual es que todos sean capaces de reproducirse antes de haber cumplido el año de vida.
Algunas de las especies pueden llegar a su madurez sexual y comenzar a reproducirse a los 4 o 5 meses, especialmente si son conejos enanos. En los más grandes o gigantes no llegan a esa etapa completamente hasta los 9 meses de edad.
Aun así, en cualquiera de las razas, la preparación física para la capacidad reproductiva suele llegar antes en las hembras que en los machos.
Cuando el animal alcanza los 4 o 5 años de vida, se dice que ya es demasiado mayor, por lo que un embarazo en conejos no es recomendable a partir de esa edad. Para evitarlo, siempre puedes optar por la esterilización de tu conejo.
¿Cómo es el celo en los conejos?
El celo en el conejo difiere bastante del de otros mamíferos, como puede ser el celo en perros, que se define por unas etapas.
En el caso de los conejitos, estos no tienen periodos específicos de celo, sino que tienen la capacidad de reproducirse durante todo el año.
Esto se debe a que en ellas se da una ovulación inducida. Es decir, los óvulos se liberan como respuesta a la propia copulación.
Además, como otro dato curioso a destacar, después de haber dado a luz, las conejas ya están listas de nuevo para volver a reproducirse.
El embarazo en conejos
¿Sabías que el periodo de gestación en los conejos es considerado uno de los más cortos dentro del reino animal? Esto es así porque su embarazo apenas dura entre 29 y 35 días, con una media de 31 días.
Si se supera ese periodo y la coneja embarazada no ha dado a luz, puede deberse a dos razones:
- Quizás es que el control no se haya llevado correctamente o se desconozca la fecha exacta del apareamiento.
- Puede que la coneja esté sufriendo problemas para traer a sus crías al mundo.
En ambos casos, lo aconsejable es acudir sin demora al veterinario, pues en caso de haber problemas de cara al parto, tanto las crías como la madre pueden correr riesgo de muerte.
Síntomas de embarazo en conejos
Los síntomas de embarazo en conejos podrían ayudarte a confirmar su estado. Sin embargo, hay algunas conejitas que no muestran prácticamente señales hasta que ya casi van a nacer sus crías.
Aun así, no está de más que conozcas algunos de los signos que podrían indicar que tu coneja está preñada:
- Su abdomen empieza a verse más abultado. Como consecuencia, comenzará a dormir de lado para mayor comodidad.
- La coneja se vuelve más arisca con el macho.
- Sus mamas se hinchan.
- Bebe más agua de lo habitual.
- A pocos días de dar a luz, comenzará a arrancarse el pelo del vientre para preparar su nido.
Preparación del nido en conejos
Una coneja embarazada comenzará con la preparación del nido, donde tendrá a sus crías unos días antes del alumbramiento.
Para ello, buscará todo tipo de cosas que le ayuden a crearlo: desde papeles, trapos, paja o calcetines, hasta su propio vello para hacerlo más cálido. Esto es esencial, ya que los pequeños gazapos no son capaces de regular la temperatura de su propio cuerpo hasta que no cumplen los 7 días de nacido.
El nacimiento de los conejos
La futura madre necesita tranquilidad y más cuando se aproxima el nacimiento de sus crías.
Lo ideal es generar un ambiente confortable, con luz tenue, sin ruidos y con una temperatura agradable.
No es necesario agobiarla con nuestra presencia, pues ella de forma instintiva sabe qué hacer para traer a sus crías al mundo. Lo único que debemos hacer es velar porque no haya complicaciones y, de haberlas, acudir a un centro veterinario de urgencia.
Normalmente, el nacimiento de las crías es bastante rápido, aunque puede suceder que este se extienda durante dos días.
Al nacer, los gazapos no tienen pelo y son sordos y ciegos. En un mismo parto pueden nacer entre 4 y 12 crías por camada, pero dada la facilidad que tienen para reproducirse, una misma coneja puede traer al mundo hasta 80 crías al año.
Aun así, también es cierto que hay un alto índice de abortos derivado del estrés que pueden sufrir las hembras durante el embarazo.
Cuidados de la coneja embarazada
Durante este periodo, la alimentación de tu mascota es fundamental, así que debes consultar a tu veterinario de confianza para reforzarla.
Una mala alimentación puede llevar a que se produzca un aborto espontáneo o una reabsorción de los embriones por el propio organismo.
Es ideal que la dieta esté compuesta, principalmente, por heno de alfalfa, complementada a su vez con verduras. Entre dichas verduras puede haber zanahoria, tomate y también perejil y lechuga.
Como hemos mencionado, durante el embarazo es habitual que la coneja beba más agua de lo normal, así que nunca debe faltarle la misma.
Además de esto, es importante garantizarle tranquilidad a la coneja. Por ello, si detectas que se vuelve más arisca con el macho, lo mejor es que los separes mientras dure el embarazo y hasta mínimo 3 semanas después del parto.
Una de las razones, además de la tranquilidad para la madre, es que los machos pueden atacar a las crías. Es por ello que, en la naturaleza, los conejos esconden a sus crías vivas bajo tierra cuando nacen para protegerlas. Solo las sacan para amamantarlas y las vuelven a proteger hasta que han crecido lo suficiente.
Por último, otro de los cuidados del embarazo en conejos es el de la manipulación. Lo mejor es evitar coger a la coneja. En caso de ser necesario, lo ideal es manejarla con mucha suavidad y precaución, con el fin de no presionar a los embriones y provocar un aborto.
Además, en la medida de lo posible, es mejor no modificar su rutina para su tranquilidad.
Cuidados tras el nacimiento de los conejos
Cuando los conejos nazcan, la hembra necesitará también tranquilidad. Por un lado, el macho debe mantenerse lejos de ella, pues como hemos dicho, puede atacar a las crías o intentar fecundarla de nuevo. Si esto sucediese, la mamá no podría dar leche a sus gazapos durante el embarazo, poniendo en riesgo su vida.
Por otro lado, cabe destacar que, en ocasiones, puede ocurrir un hecho terrible: que la hembra se coma a sus propias crías. Esto se puede deber a diversos factores, como son:
- Un nivel de estrés demasiado alto.
- Sienten muchísima sed.
- Considera que son demasiadas crías a las que alimentar y no cuenta con recursos para todas.
Por todo ello es esencial la tranquilidad para la recién estrenada mamá y poner a su disposición agua y comida suficiente.
Tras el nacimiento, la coneja empezará a alimentar a sus crías con su leche pocos minutos después. Normalmente, lo hará durante dos veces al día y este será el alimento de los gazapos hasta que lleven, más o menos, 18 días en el mundo.
A continuación, ya podrás complementar su dieta con un pienso especial y con heno y a los 3 meses sumarle verdura a su dieta.
¿Qué dato te ha sorprendido más sobre el embarazo en conejos? La verdad es que en estos animales el periodo de gestación es bastante particular.