Seguro que te has fijado en sus movimientos, en su color, en su tamaño… Pero, ¿sabes cuál es la función de la cola de los perros? Para ellos es una parte de su cuerpo muy significativa, así que toma nota de las utilidades que tiene para los canes.
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¿Cómo es la cola de los perros?
La cola de los perros es el apéndice más posterior de la columna vertebral, extendiéndose más allá de su cuerpo.
Es cierto que no todos los canes tienen el rabo largo, los hay que por raza lo tienen más corto y a otros se les corta al nacer por pura estética (algo que por suerte ya está prohibido en muchos lugares).
La cola de tu mejor amigo puede estar compuesta de entre 6 y 23 vértebras móviles. Dichas vértebras están recubiertas por una musculatura versátil, la cual, a su vez, contiene varios segmentos (especialmente en la punta) que son capaces de realizar movimientos. Estos son los que permiten que el peludo mueva la cola de un lado a otro, la levante o la esconda entra las patas traseras.
Ese caudal de músculos está ubicado entre las vértebras lumbares, el sacro y las vértebras de la cola, ejerciendo presión solo en esta zona del cuerpo del animal. Dichos músculos están unidos, a su vez, a las vértebras por tendones y estos a la última de las vértebras.
Parte de la musculatura mencionada está formada por músculos que se asocian con el ano, el recto y el diafragma pélvico. Entre 3 y 7 nervios se relacionan con esos músculos de la cola.
Vistas las características fisiológicas de la cola de los perros, veamos, ahora sí, cuáles son sus funciones.
Funciones de la cola de los perros
El fin de las colas de los perros es muy variado. Veamos algunas de sus funciones.
Comunicar emociones
Sin duda, esta es una de las funciones de la cola de los perros más conocidas.
Estos animales saben emplear los movimientos de su cola para expresar cómo se sienten. Por ejemplo, si la mueven con energía a los lados, está claro que están muy felices.
Si la esconden entre sus patas es que están atemorizados y sienten inseguridad, pero si además el animal tiene el lomo un poco curvado hacia arriba, podría ser señal de ataque inminente.
Por su parte, si la cola se encuentra colocada paralela al suelo, es que algo ha captado totalmente su atención.
Además, el movimiento de la cola suele relacionarse con el grado de nerviosismo de los perros. Cuando la mueven más lentamente es señal de que están relajados. Si son movimientos rápidos y cortos significa que el perro está tenso.
Mantener el equilibrio
Por si no lo sabías, los bigotes de los gatos ayudan a los felinos a mantener su equilibrio. Pues bien, la cola de los perros también les proporciona a los canes esta capacidad.
Al ser una continuación de su columna vertebral, esta se hace muy necesaria para cuando ejecutan algunos movimientos, como girarse o saltar.
Los músculos de la cola de tu fiel amigo también son importantes para estabilizar su columna vertebral y apoyar la acción de los músculos, así como de la grupa y de su trasero.
También hay que mencionar el caso de los perros a los que les gusta el agua y nadar, pues estos suelen tener colas fuertes, gruesas y muy flexibles que les sirven de timón.
Comunicación con otros perros
Otra de las funciones de la cola de los perros es la de comunicarse con sus iguales. ¿Cómo lo hacen? Muy fácile: a través del esparcimiento de su olor.
El ano del perro cuenta con dos glándulas pequeñas a cada lado. Estas glándulas se llenan con un líquido cuyo olor es único para cada can.
Cuando este segrega el líquido en la defecación, es como si se diera a reconocer a través de la caca. Pero, además, los movimientos de la cola de los perros pueden ayudar a esparcir ese olor, pues funcionan a modo de las aspas de un ventilador.
Orientación
Gracias a la cola, los perros son capaces de conocer mejor la amplitud de los espacios, lo que les ayuda a moverse mejor.
Problemas habituales en las colas de los perros
Ahora que ya conoces mejor cuáles son las funciones de la cola de los perros, aquí te dejamos algunos de los problemas que suelen ser más habituales en esta parte del cuerpo de tu mascota:
- Alopecia o pérdida de pelo.
- Deformaciones congénitas.
- Ausencia de cola.
- Traumas como fracturas o dislocaciones de las vértebras.
- Síndrome de la cola fría.
- Parálisis.
- Tumores, que pueden ser tanto benignos como cancerígenos.
- Trastorno «cauda equine». Consiste en una inestabilidad de las vértebras sobre la pelvis, en un área donde la cola se une a la misma.
- Dermatitis alrededor de la cola.
Seguro que con toda esta información, ¡ahora empiezas a ver la cola de los perros de otra manera!
