¿Sabías que la cola de tu gatete puede verse perjudicada de diferentes maneras? En este artículo te explicamos cuáles son las lesiones en la cola del gato más comunes para que prestes atención y ayudes a tu mascota en caso de ser necesario.
Las lesiones en la cola del gato más comunes
Si tienes un felino en casa quizás ya te habrás dado cuenta de que la cola de los gatos nos habla. Observando sus movimientos y posiciones podemos saber mucho de lo que siente nuestro gatete.
Pero, ¿sabías que la cola del gato puede sufrir diferentes tipos de problemas que perjudican la salud y el bienestar del animal?
Cabe destacar que la cola del gato está compuesta por vértebras móviles, no es solo un trozo largo de carne.
Por ello, los problemas a los que se puede enfrentar son muchos. Y entre dichos problemas, encontramos los siguientes.
Quemaduras en la cola de los gatos
Es muy común ver a los gatos acercarse a cualquier fuente de calor cuando el frío se apodera del ambiente.
Por desgracia, algunas veces se despistan y su cola acaba con quemaduras de diferente grado. Y no es que los gatos sean poco inteligentes, es que a veces no pueden controlarlo. Hablamos, por ejemplo, de los gatos callejeros que buscan el calor dentro de los motores de los coches y no saben cuándo estos se van a poner en marcha.
En esos casos, las quemaduras suelen ser muy habituales, pero, por desgracia, en muchas ocasiones el problema es mucho mayor.
Dermatitis
La dermatitis aparece en el gato cuando las bacterias se acumulan y la piel no respira correctamente. Es muy común en los gatos de pelaje denso, puesto que su piel puede respirar menos.
La picazón, rojeces, las heridas, costras e, incluso, pus, son algunos de los síntomas que indican que tu gato sufre dermatitis.
Esta se puede dar en toda la piel del gato, por lo que la cola no escapa a ello.
Cola del gato fracturada, rota o dislocada
Esta es una de las lesiones en la cola del gato más frecuente por su relativa facilidad para suceder y también de las más graves.
Una mala caída, que se le quede pillada en una puerta que se cierra, que la pisemos, que la atropelle un coche, que un niño tire de ella… puede pasar por múltiples razones.
Si esto le sucede a tu gatito, los síntomas que puedes observar son que la mueve muy poco o no la mueve, la tiene en una posición extraña o muy caída, está hinchada o se queja de dolor al mínimo movimiento. Dependerá de en que zona de la cola se encuentre el problema, pero lo que sí es necesario siempre es un examen por parte de un profesional.
Heridas en la cola
Al ser tan larga puede ser presa fácil del ataque de otros animales y acabar con mordeduras, arañazos y otras heridas.
Por otro lado, las heridas podrían llegar a hacérselas ellos mismos. Por ejemplo, cuando un gato sufre estrés o ansiedad, puede comenzar a lamerse compulsivamente o morderse la cola.
Las heridas abiertas son un foco de infección, por lo que es importante evaluar la situación y curarla si está en nuestras manos o acudir a un profesional para que la cure.
Nervio de la cola dañado
Cuando se tira con fuerza de la cola de un gato, esta no solo se puede fracturar o romper, también se le puede dañar los nervios que la recorren. El problema es que esos mismos nervios son los que afectan al gato a la hora de hacer sus necesidades, por lo que la situación se puede volver muy grave.
Es esencial la atención veterinaria para evaluar la complejidad del asunto, pues está claro que es una de las lesiones en la cola del gato que más problemas acarrea de manera general al felino.
Ácaros y parásitos
Al ser una zona de su cuerpo muy expuesta, es muy normal que los parásitos y los ácaros vean la cola del gato un lugar maravilloso para vivir.
Como consecuencia, aparecerán alergias, urticarias, heridas, picor intenso, etc. siendo de gran molestia para el animal.
Tanto si has sido testigo de un accidente causante de una de las lesiones en la cola del gato, como si notas cualquier síntoma, debes actuar rápido y acudir a un centro veterinario para que el problema no se agrave.