¿Has visto que tu perro se rasca desesperado últimamente? ¡Podría tener ácaros! Algunos de los ácaros en perros son muy frecuentes y todos de fácil contagio. Por eso, es necesario tener un mínimo conocimiento de ellos y acudir al veterinario cuando detectes cualquier síntoma.
¿Qué son los ácaros en perros?
Los pequeños microorganismos que conocemos como ácaros no solo se encuentran en el polvo y nos afectan a los humanos.
Hay algunos que encuentran en el cuerpo de nuestro perro, un lugar magnífico para vivir y multiplicarse.
Los ácaros hematófagos son los que se alimentan de sangre, mientras que hay otros que lo hacen de restos de piel. Por eso, es tan común que se adhieran a la piel y pelo de nuestras mascotas.
El problema es que esto le genera a los peludos unos picores insoportables, además de ciertas enfermedades como pueden ser la dermatitis o la sarna.
Son muy contagiosos, por lo que otras mascotas de tu hogar pueden verse afectadas. Y no solo eso: hay algunos ácaros que pueden atacar también a los humanos.
Por ello, al más mínimo síntoma, acude al veterinario para que establezca un tratamiento. Si se coge a tiempo, no resultará complicado ponerle solución.
Tipos de ácaros en perros y síntomas que producen
Como decíamos al principio, existen varios tipos de ácaros en perros. Entre ellos se encuentran los siguientes.
Demodex canis
Es un tipo de ácaro que puede provocar sarna (sarna demodécica) y que afecta, sobre todo, a perros con un sistema inmune débil.
Entre los síntomas que deja este ácaro se encuentra el prurito, así como zonas localizadas del cuerpo que aparecen enrojecidas. Estas son, especialmente, el hocico y la cabeza. Si se trata de este caso, la cura es relativamente fácil.
Sin embargo, si el ataque del ácaro acaba por desarrollar sarna, esta se extenderá por el cuerpo, afectando terriblemente a la salud del perro.
Otodectes cynotis
Los ácaros en los oídos de los perros también son muy comunes.
Estos se localizan en el conducto auditivo y dejan ahí sus huevos, provocando infecciones como la otitis, pero también el perro puede acabar desarrollando hemorragias locales y, en casos más graves, hasta perforación del tímpano.
Si tu mascota ladea mucho la cabeza, la agita o se rasca las orejas con frecuencia, puede que este ácaro se haya apoderado de él. También provoca la aparición de cerumen oscuro dentro del oído, acompañado, normalmente por mal olor.
Sarcoptes scabiei canis
Este es uno de los tipos de ácaros en perros más comunes.
Es el responsable de la sarna más común, la sarcóptica. Esta enfermedad surge cuando la hembra se adentra en la piel del perro y deja allí sus huevos.
Dado que los canes son alérgicos a sus heces y su saliva, reaccionan a los picores rascándose con intensidad. Cuando el picor es excesivo, el perro puede llegar a morderse a sí mismo, con las consecuentes heridas que eso provoca.
Pero esos no son los únicos síntomas. También, entre otros, están:
- El endurecimiento de la piel.
- Caída de pelo.
- Irritación.
- Infección de la piel.
- Descamación.
- A nivel interno, el perro pierde el apetito, se encuentra apático y pierde peso.
Cheyletiella yasguri
Se trata de un ácaro muy frecuente entre los cachorros. Este microorganismo produce lo que se llama la «enfermedad de la caspa andante», ya que los ácaros comen la piel muerta del animal y se mueven por el cuerpo, produciendo descamación.
Entre los síntomas están el picor y las rojeces en la piel, pero es un tipo de sarna algo más leve que las otras mencionadas.
Este tipo de parásito se ve con relativa facilidad y se contagia por contacto con zonas que el animal suele frecuentar o por tener contacto directo con él.
Tratamientos contra los ácaros en perros
El contagio de ácaros es muy sencillo. En ocasiones basta con un leve contacto de un perro sano con otro que tenga ácaros para contraerlos.
Además, si el clima es propicio, la reproducción de los ácaros es muy rápida.
Dado que, como hemos visto, existen diversos tipos de ácaros, su tratamiento será diferente en cada caso. Y dentro de cada caso, podrá variar en función del estado de la afección.
Por ejemplo, lo más común es un tratamiento con insecticida, pero hay casos, como en el de la sarna ocasionada por el ácaro Sarcoptes scabiei canis, que se trata con una combinación de medicamentos y tratamientos dérmicos, como baños con un champú específico.
En otros casos, como el de los ácaros del oído, también se suelen recomendar unas gotas óticas y spray.
Quizás te preguntes si hay una forma de evitar los ácaros en perros antes de que estos ataquen. Lo cierto es que es muy complicado, pero sí que puedes llevar a cabo varias acciones para ayudar a tu perro.
Lo primero, es mantener una higiene adecuada en tu mascota. Los baños y los cepillados frecuentes no solo te servirán para mantenerlo limpio, sino para detectar problemas en la piel ocasionados por ácaros y parásitos y que puedas ponerle remedio pronto.
A su vez, no debes olvidar revisar y limpiar con frecuencia los oídos de tu mascota, especialmente si se trata de orejas largas, por el mismo motivo.
Por último, lava con cierta periodicidad los elementos propios de tu mascota: su cama, platos, juguetes, etc. Estos son un foco de ácaros y bacterias y tú puedes ayudar para que no perjudiquen a tu peludito.