Puede suceder que un día veas unas gotas de sangre que provienen de la nariz de tu gato. Es algo que se escapa de lo normal y que nos alarmará, por ello, es mejor conocer los motivos por los que tu gato sangra por la nariz.
¿Por qué mi gato sangra por la nariz?
La hemorragia nasal en gatos, también conocida como epistaxis felina, surge como consecuencia de un problema presente en el gato.
Es decir, el sangrado nasal felino no se puede considerar como una enfermedad, sino que es un síntoma de un problema o enfermedad del gato. De ahí que sea muy importante averiguar qué causa el sangrado para poner solución a la raíz del asunto.
Hay motivos por los que un gato sangra por la nariz que son más graves que otros.
Las causas más leves son:
- Una herida por pelea: los gatos son animales muy territoriales y pueden llegar a ser muy agresivos, especialmente en épocas de celo si no están castrados. Una pelea con otro gato puede ocasionarle una herida en la nariz que le provoque sangrado, pero esta será externa y se verá con facilidad. Eso sí, esta herida tendrá consecuencias leves siempre y cuando tu gato esté vacunado. Hay que tener mucho cuidado con esos arañazos, ya que enfermedades muy graves como el SIDA felino se transmiten así.
- Un cuerpo extraño que se ha metido en su nariz: por ejemplo, una pequeña espiga atascada en su fosa nasal puede ocasionar ese sangrado.
- Infección nasal: bastante frecuentes en los felinos por su instinto cazador que los lleva a olerlo todo.
Por el contrario, las causas más graves por las que tu gato sangra por la nariz son:
- Hipertensión: si tu felino tiene la tensión alta, podría llegar a sufrir epistaxis felina.
- Problemas en la boca: cualquier problema bucal puede provocar problemas en nariz u oídos, ya que están conectados.
- Tumor: los tumores nasales son otra de las causas de la hemorragia nasal en gatos.
- Envenenamiento: el consumo de un producto tóxico o veneno puede provocar que tu gato sangre por la nariz.
- Parásitos: el cúmulo de parásitos en sus fosas nasales sería otra posible causa.
- Un golpe: si tu gato ha sufrido un golpe en su nariz, es muy normal que se dé una hemorragia nasal.
Es importante que nos fijemos con frecuencia en nuestro gato y en las zonas de la casa por las que se mueve para ver si hay rastros de sangre, ya que los gatos, al ser animales muy limpios, pueden retirarse ellos mismos los restos de sangre de la nariz con la saliva.
Si observas que tu gato sangra por la nariz, sea cual sea el motivo, deberás llevarlo al veterinario para que lo explore, averigüe la causa y establezca un tratamiento. Aunque tú sepas el motivo (por ejemplo, si es un golpe) debes ir al veterinario.
Mientras acudes, presiona con una gasa estéril la zona para intentar frenar la hemorragia.
¿Qué debo tener en cuenta si mi gato sangra por la nariz?
Si te has percatado de la existencia de hemorragia nasal en tu gato, debes tener en cuenta los siguientes aspectos y comunicárselos al veterinario en tu visita:
- Si la sangre sale solo por una fosa nasal o por las dos.
- Cómo está de apetito el gato: come menos, no come nada, etc.
- Presenta letargia o no.
- ¿Hay bultos o heridas en la cara?
- Si es la primera vez que le pasa o si ya había ocurrido antes.
- Su aliento huele mal o no.
- ¿El gato tiene mocos o estornudos, además del sangrado?.
- Tiene síntomas de fiebre o no.
- ¿Se lleva las patas a la nariz compulsivamente?
Anota cualquier cosa que le puedas transmitir al profesional. ¡Todo ayudará en el diagnóstico!
¿Qué hará el veterinario?
Una vez recogidos los datos que le hayas aportado, el veterinario comenzará a hacer las pruebas pertinentes.
Obviamente, cuanta más información le des, más fácil será todo. Por ejemplo, si ya sabes que ha sido por un golpe, quizás haga una radiografía para comprobar que no haya nada roto y recetará antiinflamatorios.
Si no se sabe la causa o no está clara, le realizará varias pruebas al gato como pueden ser:
- Toma de pulsaciones, de tensión y de temperatura.
- Exploración de la boca.
- Análisis de sangre.
- Toma de muestras.
- Y en los casos más complejos:
- Rinoscopia.
- Biopsia.
- Tac o resonancia.
Ya lo sabes, si tu gato sangra por la nariz, ¡acude a un profesional para que le ayude!