Si alguna vez te has planteado tener un erizo como mascota, el erizo pigmeo africano es tu mejor opción, sin duda. En este artículo te hablamos de cómo es y los cuidados más importantes que requiere. ¡Toma nota!
Origen del erizo pigmeo africano
Su origen lo encontramos en la zona norte y central de África. No se conoce con exactitud cuándo surge por primera vez esta raza, lo que sí se sabe es que más o menos a partir de la década de los 80 del pasado siglo, empezó a hacerse famoso como mascota.
El erizo pigmeo africano también es conocido por otros nombres, como erizo enano africano o erizo de vientre blanco. Es una especie que surgió de la cría selectiva tras cruzar a dos de las variantes del género Atelerix.
Este erizo, junto con el egipcio, son las dos únicas razas de erizos que se venden de manera legal como animales de compañía.
Características físicas
A priori quizás haya gente que sienta rechazo al pensar que un erizo puede ser una buena mascota. ¡Con ese cuerpo lleno de púas! Y sí, es cierto que las tienen, pero hay que saber un poco más de ellos para darnos cuenta de lo adorables que son.
El erizo pigmeo africano suele tener un tamaño comprendido entre los 12 y los 2o cm de largo y no supera los 10 de alto, con un peso que va entre los 300 y los 500 gramos, dependiendo de su sexo (los machos suelen ser más grandes).
Su cuerpo posee alrededor de 5000 púas en su lomo, de unos 3 cm de longitud cada una, sin embargo, la parte inferior de su cuerpo está cubierta por una piel fina con pelo corto y muy suave. ¿Has visto a un erizo panza arriba? ¡Son tannn bonitos! Es muy gracioso verlos en esa postura, con esas patitas que cuentan con 5 dedos las delanteras y 4 en las patas traseras.
Es curioso, pero esas patas tan cortas que tiene no le impiden ser un animal muy ágil, perfecto nadador y escalador.
En cuanto al color, el erizo pigmeo africano común tiene las púas marrones en la base y se van aclarando a medida que se acerca a la punta. Su piel es blanquita al igual que el pelo que recubre su barriga. Su hocico es largo y lo rodea un pelaje un poco más oscuro, del mismo tono que sus orejas cortas y redonditas. Destacan sus ojos negros, al igual que su simpática nariz.
Sin embargo, con la cría selectiva se han desarrollado otras variantes. Las más destacadas son el blanco, donde todo su cuerpo se aclara (salvo los ojos), el albino, un erizo completamente blanco con ojos rojizos y nariz y orejas rosas, y otros de tonos más oscuros, como el color canela o el chocolate.
Alimentación del erizo pigmeo africano
Uno de los cuidados más importantes es su alimentación. Los erizos son animales omnívoros y más concretamente insectívoros, es decir, se alimentan básicamente de insectos. ¡Les encantan los gusanos y los grillos!
No solemos encontrar en tiendas una comida específica para erizos como si la hay para otros animales, pero puedes ofrecerle comida para gato de muy alta calidad, que no posea leche ni pescado.
Otras opciones que podemos encontrar en casa para ellos son pedacitos de pavo o pollo, siempre cocidos, o huevos cocidos.
Como complemento a su alimentación, la fruta puede ser una buena opción, ¡pero no toda! La sandía, el melón, el plátano o las fresas les vendrán bien, al igual que algunas verduras, como la zanahoria cocida o el brócoli. ¡Y no debe faltarle nunca el agua!
Otros cuidados
Los erizos tienden a engordar, por lo que es fundamental que, además de cuidar su alimentación, hagan ejercicio.
Debes sacarlo de la jaula una vez al día para que corra por casa, en un espacio acotado, sin peligros a su alcance y siempre con vigilancia.
Además, dentro de la jaula puedes incluir una rueda. Esta hará la misma función que la de los hámsters, solo que la de los erizos es un poco más grande y lisa, no tiene rejas.
Si tienes un erizo pigmeo africano como mascota comprobarás que es un animal bastante limpio, que suele seleccionar una zona de la jaula para hacer sus necesidades. Puedes ponerle un pequeño cajón de arena para que lo haga ahí. Aun así, debes limpiar a diario sus excrementos, su plato de comida y las sobras de esta.
Son animales que no requieren tantas vacunas ni atenciones veterinarias como otras mascotas comunes, pero sí es recomendable acudir a un veterinario de animales exóticos de vez en cuando, especialmente, si notas que algo no va bien.
En cuanto a los baños de los erizos, no son necesarios con frecuencia. Puedes hacerlo de vez en cuando con un champú neutro y agua tibia.
¡Con unos buenos cuidados puedes llegar a disfrutar de este animal durante 8 años!
Comportamiento del erizo pigmeo africano
Lo erizos no son animales que hayan sido domesticados y, aunque cada día sea más normal tener uno como mascota, conservan su comportamiento salvaje.
Por eso, lo indicado es que si quieres tener un erizo pigmeo africano en casa, lo adoptes desde que tenga unas 6 u 8 semanas de vida, para que se vaya acostumbrado a tu contacto.
El erizo es un animal al que le gusta la compañía humana una vez se acostumbra a ella. ¡Comprobarás lo cariñosos y divertidos que son!
Eso sí, si se sienten amenazados no dudan en encogerse y hacerse una bolita de púas. Esto puede pasarte al principio cuando lo tomes en tus manos. ¡Recuerda que es un animal muy tímido!
Empieza por acercar tu mano para que te huela. Repite esto todos los días. Luego, comienza a cogerlo durante 15 minutos al día para que se vaya acostumbrando. Verás que ese miedo desaparecerá poco a poco y dejará de encogerse.
También debes saber que son animales más bien nocturnos, así que es muy posible que pasen la mayor parte del día durmiendo.
¿Cómo debe ser su jaula?
Por la noche se mantendrán activos, por lo que debes asegurarte de que su jaula es lo suficientemente grande para que puedan moverse y jugar. Esta tiene que ser de suelo liso, con paredes de rejas poco anchas para que el erizo no escape. El techo debe estar cubierto porque son grandes escaladores, como ya hemos dicho.
Dentro deben contar con algo que les haga de madriguera para dormir y con juguetes para entretenerse. Los túneles anchos y algunos juguetes para perros y gatos que no contengan piezas pequeñas son ideales para ellos.
¿Te animas a compartir sonrisas con un erizo pigmeo africano? ¡Son maravillosos!