La bondad de los animales no tiene límites y, una vez más, encontramos un nuevo ejemplo de ello. Esta es la historia de Asha, un Golden Retriever que salvó la vida de un bebé koala dejándole resguardarse en su pelaje del frío.
Un koala que encontró refugio en un perro
Estos hechos ocurrieron en Australia. Una fría mañana, el marido de Kerry McKinnon la llamó para que fuese a ver algo que había pasado. Cuando ella llegó a la estancia donde se encontraba su marido, vio a qué se refería.
Un pequeño koala se encontraba acurrucado entre el pelaje de su Golden Retriever, Asha. En ese momento, se quedó tan sorprendida que no supo cómo reaccionar, ¡hasta que rompió a reír!
Su pobre perrita no reaccionaba, estaba confusa y no tenía claro si había hecho algo mal, pero parecía no molestarle la presencia del animalito sobre su lomo. ¡No intentó desprenderse de él en ningún momento!
No saben a ciencia cierta cómo pudo llegar el bebé koala hasta Asha. Posiblemente se separó sin querer de su madre y, buscando refugio, llegó a casa de Kerry, donde encontró a su perra en el porche.
El pelaje cálido y agradable de Asha le hicieron acercarse a ella y acurrucarse, hasta tal punto de no querer bajarse cuando la perra se levantó y se puso en movimiento.
Lo que sí es cierto, es que gracias a la buena actitud de Asha hacia el koala, este pudo salvarse de una muerte segura por el frío o por depredadores.
El pequeño koala, que recibió el nombre de Joey, no quería separarse de la espalda de la perra, pero era necesario que un veterinario lo revisara.
Tras hacerlo, fue entregado a un cuidador local que lo protegerá hasta que esté capacitado para ser liberado en su hábitat natural.
¡Una historia asombrosa que nos da grandes lecciones!