Aunque parezca mentira, la verdad es que la ceguera en perros no dificulta demasiado la vida a nuestras mascotas. Se trata de una condición como otra cualquiera, sólo tenemos que adaptar un poco su vida a esta situación, pero un perro ciego bien cuidado es tan feliz como uno que ve. Hablamos de ello en este post.
Cómo detectar la ceguera en perros
Aunque parezca muy obvio, no siempre es fácil darse cuenta de que un perro no ve bien. Algunas cegueras son de nacimiento y otras progresivas o consecuencia de un accidente. Además, no siempre es total, a veces puede ser parcial y que el perro tenga una capacidad de visión reducida.
Si tu perro no es ciego de nacimiento, habrá diferencias si la ceguera es repentina o progresiva. Si se ha quedado ciego de golpe, se encontrará muy confuso, asustado y desorientado. Le costará mucho hacer todo lo que hacía antes, hasta que logre adaptarse a su nueva condición.
Cuando la ceguera es progresiva, puede ser bastante más difícil de detectar. El propio perro se va adaptando a los cambios, a ver cada vez un poco menos, y puede no ser tan obvio que no ve. Suelen andar pegados a la pared o tomar objetos como referencia para orientarse. Al salir por la calle de noche, o cuando hay objetos nuevos en casa, se chocarán o mostrarán confusos.
Los perros ciegos de nacimiento no tienen ningún problema cotidiano porque desde el primer día aprenden a utilizar el resto de sus sentidos para orientarse.
Facilitar la vida a un perro ciego
(Foto via: expertoanimal)
La ceguera en perros no supone un problema en el sentido de que pueden llevar una vida prácticamente normal y ser felices, sólo tenemos que tener paciencia y ayudarles a manejarse haciendo su vida lo más sencilla posible: por ejemplo, poniendo su cama y platos en lugares a los que le sea fácil acceder (sin obstáculos, escaleras…).
Si ves que se desorienta y no sabe dónde va, cógelo y llévalo a su camita. Detectará el olor de un lugar propio y podrá ir aprendiendo a tomarla como referencia para ir al resto de sitios de la casa, como si fuera su «casilla de salida».
En los paseos, lo mejor es hacer siempre el mismo recorrido. Al principio estará confuso, inseguro y se parará todo el rato; ¡ten paciencia! Poco a poco se irá familiarizando con el entorno. No tengas miedo de dejar que se relacione con otros perros, aunque sea ciego también necesita socializar. Además, recuerda que para los perros, la vista ni siquiera es el sentido principal; su sentido más desarrollado es el olfato y les es más que suficiente para reconocerlo todo.
Evita que tu perro vaya a lugares peligrosos dentro de casa, como por ejemplo una terraza, o quedarse solo subido a un sofá. Además, márcale todos los obstáculos. Si hay escaleras, puedes colocar justo delante una alfombra, así le servirá como referencia y no se caerá. Como es lógico, le costará un poquito más aprender a orientarse, ¡pero no dudes que lo hará!
Un perro ciego puede jugar como cualquier otro, sólo hay que buscar juegos apropiados. Por ejemplo, jugar al pilla pilla o utilizar una pelota con cascabeles para que la pueda recoger.
Tratamiento de la ceguera en perros
(Foto via: facilisimo)
Si detectas signos de ceguera en tu perro, ¡acude cuanto antes al veterinario! Podría ser síntoma de una enfermedad paralela.
El tratamiento de la ceguera en perros depende del tipo que sea y de qué la haya ocasionado. No todas las cegueras tienen solución, pero algunas sí. Sin duda, tu veterinario te sabrá recomendar lo mejor para tu mascota, ya sea para corregirle la ceguera, o si no es posible, para facilitarle la vida todo lo que se pueda.
La ceguera en perros no es razón para sacrificar o abandonar a tu mascota, un perro ciego es tan válido como cualquier otro y necesita tu cariño y comprensión. Si tu perro se ha quedado ciego, no te preocupes; con un poco de tiempo se adaptará a su nueva vida y será tan feliz como antes.
