Algunas enfermedades que afectan a las personas pueden también presentarse en las mascotas. Es el caso de la hepatitis. Por ese motivo, en esta ocasión queremos hablaros de los síntomas de la hepatitis canina, para que podáis aprender a detectarlos y ayudéis a vuestro fiel amigo.
¿Qué es la hepatitis canina?
La hepatitis canina consiste en la inflamación del hígado debido a varios causantes.
Es cierto que, gracias a las vacunas, cada vez es menos frecuente que se dé en las mascotas, pero si no se protege al animal, este puede sufrirla.
Los síntomas de la hepatitis canina pueden variar un poco en función del tipo de hepatitis.
Tipos de hepatitis en perros
Los tipos de hepatitis en perros que existen son tratables, pero si no se pone remedio a tiempo y se deja que la enfermedad avance, pueden ser mortales.
- Hepatitis autoinmune: es el propio sistema inmune del can el que reacciona contra las células del hígado porque las confunde con agentes patógenos (hepatocitos).
- Hepatitis común: esta puede ser provocada por una intoxicación. Dicha intoxicación puede producirse como efecto secundario de algún medicamento que pueda ser agresivo para el hígado. También puede darse por ingerir algo tóxico.
- Hepatitis infecciosa: está provocada por el adenovirus canino tipo 1. Esta es una enfermedad vírica altamente contagiosa y que, en la mayoría de casos, se da en perros menores de un año. Por desgracia, no tiene cura, pero sí se puede prevenir.
Los síntomas de la hepatitis canina
Los síntomas de la hepatitis canina pueden ser más o menos visibles y graves dependiendo del estadio de la enfermedad.
Entre los síntomas de la hepatitis canina leve están:
- Fiebre no excesivamente alta.
- Diarrea.
- Ictericia (la zona blanca del ojo se vuelve amarilla).
Por su parte, cuando la hepatitis en perros empieza a sumar gravedad, los síntomas aumentan:
- La fiebre sube considerablemente.
- Diarrea y vómitos con sangre.
- Ganglios linfáticos inflamados.
- Convulsiones.
- Se puede producir lo que se conoce como «ojo azul». No es que el ojo del animal se torne de repente en azul, sino que la córnea se vuelve mucho más opaca de lo normal.
- La ictericia es más evidente.
- Sed persistente.
- Inflamación y sangrado de las encías.
- Abdomen duro, tenso y con dolor, especialmente en la zona del hígado.
- El comportamiento también se puede ver alterado, haciendo que el perro se vuelva más agresivo.
- Falta de apetito.
- Depresión.
El tratamiento para los síntomas de la hepatitis canina
Detectado cualquiera de los síntomas de hepatitis en perros, debes de acudir de inmediato al veterinario para que pueda establecer el tratamiento adecuado para tu mascota.
Aun habiéndose curado la enfermedad, los daños hepáticos pueden dejar secuelas graves. Por eso, es importante actuar cuanto antes.
Tras las pruebas pertinentes realizadas por el veterinario, se podrá determinar qué tipo de hepatitis es el que aqueja a tu mascota.
- Cuando se trate de hepatitis común, se tratarán los síntomas y se buscará eliminar el factor de riesgo causante de la enfermedad.
- Cuando se trate de hepatitis autoinmune se establecerá un tratamiento sintomático y se puede sumar uno inmunomodulador si es necesario para restablecer las defensas.
- No obstante, con la hepatitis infecciosa lo único que se puede hacer es evitarla, pues no tiene cura. En caso de que el perro la padezca, se paliarán sus síntomas con medicamentos, con el fin de evitar otras infecciones secundarias. Además, se tendrá que adaptar el estilo de vida del perro a esta condición, por ejemplo, cuidando muy detalladamente su alimentación.
