El carácter de los gatos difiere del de los perros u otras mascotas. Esto, por supuesto, no los hace peores animales de compañía, nada más lejos de la realidad. Quienes conviven con felinos bien saben lo maravillosos que son. Eso sí, para lograr una buena convivencia con ellos, es esencial conocer tanto lo bueno como lo posiblemente malo de su conducta. Por ello, hoy os hablamos de los problemas de comportamiento en los gatos más comunes.
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Características generales del carácter de los gatos
Antes de entrar específicamente a hablar sobre los problemas de comportamiento en los gatos, es importante analizar, aunque sea de manera superficial, el carácter felino.
En general, los gatos son animales más bien solitarios e independientes, sin embargo, esto no debe confundirse con que sean distantes o nada cariñosos.
Simplemente, son más de moverse y buscar alimento de forma individual, además de tender a marcar su territorio y pelearse por el mismo.
Es raro ver a un gato todo el día pegado a su humano de confianza, algo que sí puede pasar con los perros (dando lugar al denominado perro velcro). Puede pasar tiempo con él, pero siempre habrá momentos en los que busque su total independencia.
Además, otra de las características que más definen al gato es su gran curiosidad. Por lo general, cualquier objeto novedoso que entre en su territorio le causará un interés particular a los felinos.
Ahora sí, teniendo en cuenta estas características, pasemos a ver qué problemas de comportamiento pueden llegar a mostrar los felinos.
Problemas de comportamiento en los gatos más comunes
Entre los comportamientos que pueden reflejar que algo no va bien en tu mascota se encuentran los que siguen.
Las estereotipias
Las estereotipias en gatos son conductas repetitivas que realiza el animal sin fin aparente. Suele aparecer como respuesta a una frustración.
Si un gato se pasa todo el día encerrado en un espacio pequeño, sin la posibilidad de pasear, trepar, cazar, etc., acumulará mucha energía que intentará eliminar de alguna manera. Normalmente con comportamientos estereotipados, como pueden ser andar en círculos, perseguirse la cola o lamerse mucho más de lo normal.
Cuando el animal repite estos movimientos, libera muchas endorfinas, lo cual le ayuda a reducir estrés y tensión, induciendo a una sensación de euforia. Las endorfinas, igual que sucede con la morfina, son sustancias que generan adicción.
Por tanto, es normal que si el gato no tiene estímulos, los busque con estos movimientos repetitivos para aliviar su estrés.
El estrés
Sin duda, es uno de los problemas de comportamiento en los gatos más comunes.
Los felinos son animales bastante sensibles, tanto, que hasta un cambio en el mobiliario puede causarle estrés. ¡Y no hablemos de hacer una mudanza con gatos!
Frente al estrés, la respuesta del animal variará en función de lo que dure la situación o estímulo estresante y del temperamento del gato. En algunos, les costará superar la situación y otros presentarán tales niveles de ansiedad que se traducirán en problemas tanto conductuales como orgánicos.
La reacción al estrés tiene como fin adaptar el organismo ante una nueva situación o estímulo. Por eso, también se le conoce como Síndrome de Adaptación y consta de tres fases:
- La fase de alarma es en la que el organismo de tu mascota moviliza todos sus recursos y huye cuando algo le asusta, ataca o se esconde.
- La siguiente fase es la de adaptación, en la que el organismo gatuno se adapta a la situación de forma normal.
- Luego vendría la fase de agotamiento. En esta fase, el organismo del animal no es capaz de adaptarse a esa nueva situación o estímulo y acaba agotándose, mostrando síntomas de enfermedad o conductas anormales.
El marcaje territorial
Para tu gato, el marcaje del territorio es una manera de comunicación social.
Con ello, el animal se comunica con otros de su especie, le sirve como tranquilidad al quedar como algo conocido aquello que marca, también para comunicarse con otros gatos o para señalar peligros.
Los felinos cuentan con varias maneras de marcar.
- Marcaje facial. Cuando tu gato pasa su cara por objetos y personas, deja al contacto feromonas que le funcionan como referencia de su territorio. Estas cumplen un papel tranquilizador, pues aquello que marca se hace familiar para el animal y facilita la orientación al gato.
- Marcaje con orina o heces. La orina y también las heces son otra manera de delimitar sus fronteras territoriales. Además, si lo hace en zonas en las que el olor de su humano es intenso, como su cama, una de las razones es porque quiere que su aroma que vinculado al de su cuidador.
- Marcaje con arañazos. Los gatos no solo arañan para afilar sus uñas. También lo hacen para marcar territorio, dejando marcas visuales y señales olfativas, ya que además del arañazo en sí, cuentan con glándulas interdigitales que dejan olor.
Miedo y fobias
Otro de los problemas de comportamiento en los gatos más comunes son los miedos y las fobias.
Un gato puede sentir miedo cuando experimenta mucha inquietud frente a ciertos estímulos, como puede ser objetos, lugares, personas, luces, animales o ruidos que percibe como peligros.
Si el gato tiene fobia, es porque experimenta un temor excesivo que se desencadena por la idea anticipatoria o la presencia en sí de una situación u objeto específico.
Las fobias más habituales son las que se refieren a personas y ruidos fuertes. Con el tiempo, el animal puede llegar a anticipar el estímulo y asociarlo a otros.
Problemas de conducta alimentaria
Entre los problemas alimentarios más frecuentes se encuentran la obesidad y la anorexia.
La obesidad está provocada por un aumento poco normal de la cantidad de tejidos grasos, siendo un problema que aparece en un tercio de los felinos.
Tu mascota estará obesa cuando su peso supera en un 20% su peso ideal, el cual depende de su raza y edad. Además, si sus costillas son difícilmente palpables bajo una capa de grasa, tiene depósitos de grasa en lomo, cuello y extremidades o el abdomen distendido, se pueden tomar como otros indicativos.
Por su parte, la anorexia en gatos suele presentar disminución o pérdida del apetito, causada por ciertos medicamentos, enfermedad, cambios en la dieta, cambios ambientales, problemas en la ingestión o en el sentido del olfato.
Evacuación inadecuada
Otro de los problemas de comportamiento en los gatos más frecuentes es la eliminación inadecuada. Esto se da cuando el animal deja de utilizar su bandeja de arena para hacer sus necesidades y comienza a hacerlas en lugares inapropiados.
Esto puede producirse por problemas orgánicos, factores estresantes, marcaje territorial, trastornos emocionales o aversión a la propia bandeja en sí, causada por el tipo de arenero, tipo de arena o por la localización de la bandeja.
Agresividad felina
La agresividad en los felinos se puede dar por muchos motivos, como son la competencia, la defensa del territorio o querer distanciarse por una enfermedad u otras razones.
Un número elevado de gatos dentro del mismo territorio, la ansiedad, la falta de socialización o el estrés pueden ser factores desencadenantes, dando lugar a diferentes tipos de agresividad.
- Por miedo: como respuesta a un estímulo que le genera fobia o miedo.
- Redirigida: cuando el estímulo que causa agresión no es accesible para el animal y, por ello, este dirige su agresión hacia un objeto o persona alternativa.
- Agresividad territorial: conflictos entre gatos que ya estaban en un territorio y los nuevos, o conductas agresivas dirigidas a personas desconocidas en el hogar.
- Por causa orgánica: es una agresividad derivada de enfermedades y dolores.
Ansiedad
Otro de los problemas de comportamiento en los gatos más comunes es la ansiedad. Esta consiste en un trastorno emocional muy frecuente en estos animales, el cual se caracteriza por sentir miedo ante un peligro de naturaleza indefinida.
Un gato con ansiedad presentará trastornos orgánicos de tipo digestivo, urinario, cardiaco y conductual.
Además, también se reflejará en comportamientos y posturas de autodefensa, como pueden ser la huida o la evitación, así como estados de hiperactividad o hipervigilancia, entre otras.
Una ansiedad no tratada puede evolucionar hacia la depresión.
Y hasta aquí los problemas de comportamiento que más se suelen dar en los gatos. Si detectas alguno de ellos en tu mascota, no dudes en acudir a la consulta de un profesional.