Uno de los juguetes que más suelen gustar a nuestros perros son las pelotas. Entre estas, es muy común optar por pelotas de tenis para lanzárselas, ya que solemos tenerlas muy a mano, tienen precios asequibles, a los perros les enloquece ver cómo botan y por su tamaño y color son fácilmente distinguibles tanto para nuestras mascotas como para nosotros. Sin embargo, las pelotas de tenis y los perros no deberían juntarse.
Te contamos los motivos por los cuales estas pelotas no son la mejor opción para nuestros amigos de cuatro patas.
¿Por qué no son buenas las pelotas de tenis para los perros?
Las razones son varias, pero todas van enfocadas hacia un mismo punto: pueden ser perjudiciales para su salud.
Más allá de que el perro se lo pase en grande corriendo detrás de la pelota de tenis (incluso nosotros disfrutamos viéndolo), está lo que haga después con la pelota y el tiempo que pase con ella en la boca. Y aquí es donde puede haber problemas.
Si tu mascota es de los que luego comienza a morderla, puede acabar sufriendo graves consecuencias.
Al no ser lo suficientemente resistente, los perros con mandíbulas grandes y fuertes pueden hacerla pedazos. Si tragan esos pedazos, estos pueden acabar bloqueando sus intestinos. Y por desgracia, en muchos casos solo se soluciona con cirugía o incluso puede no tener solución…
Pero no solo los perros grandes están expuestos a esos peligros, ya que la propia pelusa que recubre las pelotas de tenis también es un atractivo para perros pequeños y es muy fácil arrancarla.
Esas pelusas acabarán entre los dientes de tu mascota, provocándole problemas bucales o en su estómago, volviendo, como decíamos antes, a los peligrosos bloqueos intestinales.
Además, dicho recubrimiento suele estar hecho con fibra de vidrio, actuando como una lija para sus dientes, provocando su desgaste.
Y aquí no acaba el problema. Los propios componentes que forman la pelota de tenis pueden ser muy tóxicos para los perros. Esto puede dar lugar a graves intoxicaciones.
También hay riesgo de asfixia
Bloqueos intestinales, desgaste dental e intoxicaciones… ¿algo más puede suceder si mi perro comienza a morder y destroza la pelota de tenis? Así es, las consecuencias negativas no acaban ahí.
Y es que al romper la pelota, sin llegar a tragar sus partes por completo, el perro puede asfixiarse si se atraganta con una de ellas.
Además, volviendo a los problemas en la boca, la propia toxicidad de los componentes de la pelota, afecta también al esmalte dental y las mucosas bucales, provocan abrasión en los propios dientes y heridas en encías, paladar, etc.
¿Entiendes ahora por qué las pelotas de tenis y los perros no pueden estar juntos?
Consejos a la hora de elegir un juguete
Pero, ¿qué pasa si mi perro destroza todos los juguetes? En ese caso, deberías empezar por plantearte la opción de recurrir a un adiestrador, ya que no es normal que el perro rompa todo lo que se lleva a la boca.
Si no barajas esa posibilidad, opta por juguetes comestibles (sí, los hay) que no supongan un riesgo para la salud de tu mascota.
Aun así, aquí tienes los detalles básicos a tener en cuenta a la hora de seleccionar cualquier juguete para perros, incluyendo las pelotas.
La dureza
En cualquier caso, el juguete no puede ser excesivamente duro, ya que dañará los dientes de los perros. Este debe ser de un material que ceda un poco ante la mordida, pero sin llegar a romperse.
Esto es especialmente importante en perros adultos. Para perros cachorros o ancianos, deben ser un poco más blandos. En el primer caso, puesto que les están saliendo los dientes y no deben dañarse y el segundo, porque quizás les falten piezas dentales.
Eso sí, sin ser en ningún caso lo suficientemente blando como para que se rompa con facilidad.
Si, por ejemplo, estás pensando en un peluche con relleno, debes estar MUY pendiente a la actitud que tiene tu perro con él. Si simplemente lo coge y lo mueve de un lado para otro, no hay problema. Pero si se para a morderlo, puede ser muy peligrosos, ya que puede romperlo y tragarse el relleno.
El tamaño
También es muy importante. Si le das un pequeño juguete a un perro grande, puede tragarlo y asfixiarse o quedarse obstruyendo sus intestinos.
En el lado contrario, piensa en un pequeño Chihuahua intentando coger un gran balón. Quizás para ti la imagen sea divertida, pero se trata de que se divierta él y lo que puedes conseguir es que se frustre.
El material
Muy importante, pues aunque no haya riesgo de tragarlo o de asfixia, el juguete estará en contacto directo con su boca y, por lo tanto, si está recubierto de materiales tóxicos estos pasarán a su organismo.
Asegúrate de adquirir siempre juguetes para perros con certificado de calidad.