En este artículo nos gustaría hablaros de un pez que destaca por sus curiosas características físicas. Se trata del pez cofre. ¡Así es!
Pez cofre: el pez con forma cuadrada
El nombre de este pez le viene dado por la forma que tiene. Esta es cuadrada, como si de una especie de cofre se tratara, de ahí que también se le mencione como boxfish.
Pertenece a la familia de peces con estructura ósea cuadrada conocida como Ostraciidae. Su cuerpo mide unos 40 centímetros y puede presentar diferentes colores (aunque destaca el amarillo).
Esto es así porque existen diversas variedades dentro de la especie, cada una con variaciones en su aspecto.
Concretamente, estaríamos hablando de 6 géneros (Lactoria, Ostracion, Acanthostracion, Tetrosomus, Paracanthostracion y Lactophrys), entre los cuales suman 25 especies.
Además de su forma cuadriculada, otra característica que destaca de este pez son los «cuernos» que tiene sobre sus ojos redondos. Por ellos también se les conoce como pez cornudo o pez toro. Sin embargo, evidentemente, no son cuernos, sino espinas lo que tiene sobre su cabeza.
Sus escamas se entrelazan entre ellas, formando una especie de placa que hace que su cuerpo sea rígido. Esto ayuda a afianzar esa apariencia tan cuadrada que tienen ya de por sí por la forma de su esqueleto.
Aunque, como curiosidad, hay que destacar que esto no es siempre así, ya que en su juventud, este pez es algo más redondeado.
Otra característica que le aporta su peculiar aspecto es su boca, muy pequeña, al igual que sus aletas.
Hábitat y comportamiento
Debido a esa rigidez de su cuerpo, sus movimientos no son tan rápidos y fluidos como los de otros peces.
El pez cofre vive en arrecifes de coral de los océanos Índico, Pacífico y Atlántico, en latitudes medias, por norma general.
Cuando son jóvenes les gusta moverse en grupos, pero de adultos suelen ser más solitarios. Y con esto hay que tener cuidado, pues tienen una manera de defenderse muy particular: pueden expulsar veneno por su piel si se sienten en peligro.
Su alimentación se basa en pequeños gusanos de mar, algunas algas y crustáceos.
Aunque se diese el caso de poder proporcionarle todo lo necesario para tener a uno de estos peces en casa (como los controles de temperatura del agua, pH adecuado, alimento, etc.), lo aconsejable es que esta especie viva en su entorno natural. Es muy complicada la convivencia con otros peces por ese veneno que expulsan, por lo que añadir otros peces a la pecera podría ser perjudicial para ellos.
