Quizás sea imposible ser conscientes de la cantidad de especies animales que existen en el mundo. Por desgracia, algunas de ellas han desaparecido o están a punto de desaparecer sin que muchas personas las conozcan. Deseamos de corazón que este no sea el caso del loro orejiamarillo, un ave en peligro de extinción.
Conociendo al loro orejiamarillo
Su nombre científico es Ognorhynchus icterotis, pero para no liarnos lo vamos a llamar como comúnmente se le conoce: el loro orejiamarillo. Aunque cabe aclarar que, dependiendo del sitio en el que te encuentres, también lo puedes conocer como aratinga orejigualda o periquito orejiamarillo.
Sea como sea, esta preciosa ave, familia de los loros, es propia de los Andes colombianos, encontrándose entre los 1200 y los 3500 metros de altura.
Habita concretamente en los bosques húmedos de la zona, donde busca la palma de cera para refugiarse, alimentarse y formar sus nidos.
Características y datos del loro orejiamarillo
Estamos ante un ave que suele medir unos 42 cm de largo cuando llega a ser adulto, con una envergadura de sus alas de 45 cm y que pesa alrededor de 285 gramos.
Su nombre nos da una pista sobre su color, y es que la zona frontal de su cabeza, los bordes de sus ojos, así como parte de los lados (oídos), su pecho y su vientre son de un color amarillo intenso.
El resto de su plumaje es de color verde claro, lo que le da un aspecto general muy colorido y vivo.
El hábitat del loro orejiamarillo
Como comentábamos antes, el loro orejiamarillo es una especie endémica de las selvas nubladas de los Andes colombianos y de Ecuador, pero lamentablemente en Ecuador ya no se encuentra ningún individuo de la especie.
El hábitat del loro orejiamarillo está íntimamente relacionado con sus necesidades.
Vive en lugares en los que hay abundante palma de cera, puesto que este árbol le da refugio, le sirve para anidar y sus frutos lo alimentan.
Se trata de aves diurnas a las que suele verse en grupos volando o forrajeando.
Más datos sobre estas aves
Son también aves gregarias, que no suelen sobrevivir al cautiverio en soledad, no disfrutan ante la presencia humana y no son fácilmente domesticables.
En un estudio recogido por la bióloga Judy Andrea Pacheco Garzón, se afirma que esta especie suele incubar una media de 2-3 huevos durante un periodo de 24 a 26 días. Después de esto, las crías suelen tardar de 9 a 10 semanas en salir del nido.
Pero antes de todo ello, los loros orejiamarillos llevan a cabo todo un proceso asociado a su comportamiento reproductivo.
Este empieza por la búsqueda de un buen nido para anidar. Para ello, las parejas visitan palmas muertas para encontrar el mejor.
La cópula suele producirse en horas de la tarde, dura unos cuatro minutos y suele realizarse en los árboles de Gavilán.
Durante la puesta y la incubación, la madre es asistida por el macho.
Por desgracia, esta especie de loro es de las más amenazadas, estando catalogada como «en peligro» en la lista de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Su desaparición está siendo propiciada, principalmente, por la destrucción de su hábitat debido a la deforestación, pero también por la tala de la palma de cera, tan importante para el loro orejiamarillo por los motivos anteriormente comentados.
A esto debe sumársele la caza y los depredadores que encuentran en la naturaleza, como son algunas aves rapaces.
Por suerte se trabaja en su conservación y recuperación, y en los últimos años el esfuerzo ha dado sus frutos.
Sin embargo, no basta con defender la especie. Tristemente, nada se podrá hacer por ella si no se conserva su hábitat y se acaba con la tala indiscriminada de la palma de cera.
Foto de portada vía Wikipedia