Las aves, en general, son seres muy sensibles. Cualquier cambio en su entorno puede acabar afectándole de manera física o emocional. Por eso, no es de extrañar que exista la depresión en los loros, aunque sí es algo que debemos evitar.
¿Qué puede producir la depresión en los loros?
Digamos que un loro no es una de las mascotas más comunes en los hogares.
Para hacernos cargo de un animal, previamente debemos conocer sus necesidades. Si no se hace, la desinformación puede acabar provocando daños en nuestro animal de compañía.
En el caso de los loros, al ser unos seres bastante vulnerables en lo que a emociones se refiere, hay que prestar especial atención.
La depresión puede venir derivada de varios factores.
Estrés o ansiedad
Un periodo continuado de estrés o ansiedad pueden acabar minando la salud mental de tu loro y provocarle un estado depresivo severo.
Dicho estrés podría ser causado por vivir en una jaula muy pequeña, no tener juguetes, estar expuesto a ruidos constantes, etc.
Entorno inadecuado
Un cambio en su entorno, por ejemplo, ubicarlo en una estancia diferente que no tenga las condiciones adecuadas para él, también es causa de depresión en los loros.
Es especialmente importante evitar las temperaturas extremas y las corrientes de aire.
Un accidente
La caída de su jaula, un ruido muy fuerte, un golpe… en definitiva, una experiencia muy traumática puede provocar depresión en los loros.
El apego
Los loros, como otros muchos animales, pueden llegar a sentir verdadero apego por las personas que se encargan de sus cuidados.
Si la persona que se ha encargado de él desaparece, el loro puede verse afectado anímicamente.
De la misma manera, si el loro vivía con otro en su misma jaula y este fallece o se escapa, también puede sufrir depresión.
Es bastante común en este tipo de ave que cuando dos de ellos se emparejan, permanezcan juntos hasta su muerte.
¿Mi loro tiene depresión?
Lo cierto es que es complicado hablar de síntomas concretos de la depresión en los loros, ya que los que vamos a exponer son también señales de otras enfermedades.
En cualquiera de los casos, estos síntomas reflejan una alteración mental en tu mascota, por lo que es importante que les prestes atención.
1. Abandonar comportamientos que antes sí hacía
Si tu loro ya no juega, no responde a tus llamadas o ya no habla (si era de los que lo hacía) podría estar padeciendo depresión.
2. Dejar de comer
Una señal muy evidente de que el loro está pasando una mala racha es el abandono por completo del alimento.
Si sabes con seguridad que la alimentación que ofreces a tu loro es la adecuada y deja de consumirla, preocúpate.
No comer le llevará a estar más débil, estará expuesto a enfermedades y podría fallecer.
3. Se arranca las plumas
Que un loro adquiera una conducta compulsiva y autodestructiva como es que se arranque sus plumas también es síntoma de que no se encuentra bien en absoluto. De hecho, es una de las señales más preocupantes.
¿Puedo hacer algo si mi loro sufre depresión?
Si has detectado que la salud física y mental de tu loro ha decaído no tardes en consultar a un especialista en aves exóticas.
¡Una revisión y tratamiento a tiempo puede salvar su vida!
Y si estás pensando en adoptar a uno, asegúrate de tener conocimientos sobre:
Por otro lado, lo mejor es que el ave llegue siendo joven a tus manos. Como dijimos antes, un cambio en su entorno puede llegar a alterarle tanto que acabe con síntomas depresivos.
Por eso, lo mejor es que no adoptes al loro siendo ya adulto, a no ser que sea absolutamente necesario por algún motivo externo.
A la hora de dormir, intenta que su jaula quede en un lugar tranquilo y con poca luz para que no le cueste conciliar el sueño.
No te olvides de darle mucho cariño, interactuar con él y evitar cualquier cosa que le perturbe. ¡Y mímalo con sus semillas, frutas o verduras favoritas!