Cómo es tener un conejo enano como mascota

¡Tener un conejo enano como mascota es una decisión genial! Es posible que, si acabas de tomarla, no sepas por dónde empezar a informarte sobre qué necesitan estos conejos. Nosotros te ayudamos a ser el cuidador ideal del que pronto será tu mejor amigo. ¡Empezamos!

Consejos de alimentación del conejo enano como mascota

La dieta es fundamental para que tu conejo enano crezca sano y feliz. La calidad de vida y la longevidad dependen en gran parte de la alimentación, así que debes estar bien informado de cuáles son las necesidades nutricionales de este animal. Si vas a tener un conejo enano como mascota ten en cuenta:

El heno es lo principal. Es importante que lo coman siempre, ya que actúa como regulador de las digestiones. Sin heno, tu conejo tendrá problemas digestivos.
Todo lo que contiene el pienso seco es necesario para que su nutrición sea completa: cereales, semillas, vitaminas, verduras…
Ten en cuenta siempre que el tamaño de tu conejo condicionará la cantidad de alimento que consuma cada día. Según su tamaño, podrán ser entre 2 y 4 cucharadas diarias.
El pienso seco se debe complementar con verduras frescas, como el perejil o las zanahorias.
Divide su alimento diario en dos tomas y dáselas por la mañana y por la tarde, preferiblemente siempre a las mismas horas. Lo ideal es centrar la comida de la mañana en pienso seco y la fresca dársela por la tarde.
No le des alimentos estropeados, sucios o enmohecidos. Cada día, retira los restos de la comida anterior y ofrécesela nueva.
Tu conejo necesitará roer para ir desgastando sus dientes, que crecen sin parar. Las ramitas de árboles frutales son excelentes para eso.
No olvides dejar siempre agua fresca a su disposición.

Si vas a tener un conejo enano como mascota, ¡ya sabes cómo alimentarlo! Veamos qué más necesita…

La jaula y el ambiente del conejo enano

El hogar de tu conejo es igualmente importante, así que debes elegirlo con cuidado y mantenerlo en buenas condiciones:

Busca una jaula amplia, en la que se pueda mover con total libertad y sin agobiarse. Si vas a tener más de un conejo, deberá ser aún más grande.
Evita las jaulas con barrotes de plástico o antes de que te quieras dar cuenta… ¡los roerá!
La cubeta del fondo de la jaula no debe ser demasiado profunda ¡o tu conejo no podrá ver nada de fuera! Lo mejor es elegir una de máximo 16 cm de profundidad.
Dentro de la jaula tendrás que colocar dos comederos o cuencos: uno para el agua y otro para la comida sólida.
Para forrar el fondo de la jaula, puedes usar virutas de madera o paja, harás un lecho calentito y blandito para tu conejo.
Dentro de la jaula, necesitarán una caseta de techo plano. Ahí se meterán a dormir y siempre que quieran sentirse refugiados.
En una esquina de la jaula, preferiblemente alejada de la caseta donde duerme, coloca su «baño»: puede valer una bandejita con arena para gatos o para conejos.
También necesitará desgastarse las uñas: para eso, coloca un bloque de adobe cubierto de paja.
Por otro lado, es importante elegir muy bien el lugar donde colocarás el hogar de tu conejo: busca un lugar luminoso y bien ventilado, pero alejado de temperaturas extremas, humedad, sol directo y corrientes de aire.

Higiene y cuidados del conejo enano

Para cuidar la higiene de tu conejo enano, sigue estos consejos:

Si tu conejo es de pelo corto, cepíllale bien durante las épocas de muda para ir eliminando el pelo muerto. Si es de pelo largo, hazlo un par de veces por semana, para evitar que se le formen nudos.
Hay que prestar atención a la limpieza de los genitales, ya que tienen pliegues donde se mete mucha suciedad. Puedes limpiarlos con un algodón impregnado en aceite para bebés. Además, limpia el ano con una toalla húmeda si está sucio o el pelo se pega.
Si no se lima las uñas y dientes lo suficiente y crecen demasiado, habrá que llevarlo al veterinario para que lo solucione.
Lava diariamente los comederos con agua caliente para acabar con todas las bacterias.
Renueva el sustrato del fondo de su jaula un par de veces por semana. Cada vez que lo hagas, además, lava con agua caliente la cubeta. Si tiene incrustaciones de urea, déjalo reposar con vinagre diluido en agua y luego lávalo.
Una vez al mes haz una limpieza a fondo de la cubeta y de toda la jaula.