Si tienes una mascota hembra en casa, quizás hayas pasado por el mal trago de verla sufrir un embarazo psicológico. Y aunque no hayas vivido la situación, es importante que la conozcas y sepas evitar un embarazo psicológico en mascotas para que no lo pasen mal.
Pero primero, ¿qué es un embarazo psicológico?
Un embarazo psicológico, también llamado pseudogestación o falsa preñez, es un embarazo falso que se produce por una alteración hormonal.
Dicha alteración suele darse tras un periodo de celo en el que no ha habido fecundación.
Cuando una mascota sufre un embarazo psicológico, cree que realmente está embarazada. Pero lo más significativo, sin duda, es que tiene síntomas reales asociados al embarazo y se comporta como si lo estuviese.
Entre estos síntomas encontramos cambios físicos, como son:
- Las mamas hinchadas y la producción de leche.
- El aumento de peso.
- Mayor flujo vaginal.
- Vientre abultado.
Pero también se darán cambios psicológicos y de comportamiento, como son:
- Nerviosismo constante.
- Cambios en los hábitos alimenticios.
- Gemidos y lloros,
- Cambios de humor.
- Preparación de la zona de parto y descanso de las crías.
- Un instinto maternal que hará que adopten un objeto, lo más común es un juguete, como si fuese su propio cachorro.
Consecuencias si no logras evitar un embarazo psicológico en mascotas
Lo cierto es que esta situación no es nada agradable ni para el animal, ni para la persona que convive con él. Y es que ver a nuestra mascota desesperada por algo que no es real, nos duele en el alma.
No podemos tomarlo a broma: además de problemas psicológicos en el animal, pueden darse problemas físicos, como tumores en las mamas, quistes, etc.
Si bien es cierto que no en todas las hembras se da el embarazo psicológico y, de darse, no tiene que aparecer a los mismos niveles ni con los mismos síntomas, lo mejor que podemos hacer es evitar el embarazo psicológico en mascotas.
Cómo evitar un embarazo psicológico en mascotas
Es verdad que un embarazo real, si quieres que tu mascota tenga crías (siempre asumiendo tú la responsabilidad de las mismas), hará que el animal no tenga los síntomas de un embarazo psicológico, ya que el hecho será totalmente cierto.
Pero esto no garantiza que una vez haya dado a luz, no se produzca un embarazo psicológico posterior.
Así que lo mejor es tomar medidas efectivas, y para evitarlo solo hay dos soluciones posibles: la esterilización o la castración.
La principal diferencia entre castrar y esterilizar a una mascota la encontramos en la intervención, ya que una es más invasiva que otra.
La castración supone una intervención quirúrgica donde se extirpan los ovarios y el útero de la hembra, mientras que en la esterilización solo se ligan las trompas de Falopio.
Con esto, además evitar un embarazo psicológico en mascotas, también conseguirás:
- Evitar, por supuesto, un embarazo real no deseado, y, por consiguiente, el nacimiento de una camada. Claro que puedes no operar a tu mascota y permitirle que tenga crías, pero solo si te vas a hacer cargo de ellas. Las camadas no deseadas son uno de los motivos principales de abandono de animales, por eso, debes actuar con responsabilidad.
- Por otro lado, con la castración y la esterilización también se reducen las posibilidades de que el animal padezca enfermedades relacionadas con los órganos reproductores.
Así que no lo dudes, si quieres evitar que tu mascota lo pase mal con un embarazo psicológico, acude a tu veterinario para que te informe sobre todas las ventajas de la esterilización en perros y gatos o la castración.