Esa apariencia tan suave que tienen los gatos, esa elegancia con la que se mueven… ¡es normal que queramos acariciarlos! Otra cuestión es que ellos se dejen y si se dejan, que lo disfruten. Así que te vamos a dar ciertas pautas sobre cómo acariciar a un gato para que no te lleves un zarpazo de desaprobación.
Cómo acariciar a un gato: basado en un estudio científico
Para empezar, si en un principio no sabes muy bien qué sitios debes acariciar, lo importante es captar las señales que nos manda el felino y la primera de ellas es ver si ha sido él quien se ha acercado a nosotros reclamando nuestra atención. Sí es así, ¡es buena señal!
Lo siguiente es ver cómo se comporta mientras lo acariciamos: ¿ronronea? ¡Genial! Vamos por buen camino.
Si paras de darle cariño y te busca de alguna manera, por ejemplo, empujándose contra a ti, es que le ha gustado.
Que mueva sus patitas delanteras como si amasara algo o que tenga la cola erguida también es señal de que las caricias le gustan.
Sin embargo, estas son las señales que demuestran que el gato no está cómodo con nuestras caricias:
- contrae la espalda
- se le eriza el pelo
- se lame la nariz
- parpadea
- muestra pasividad
- te muerde
- su expresión facial cambia y sus orejas caen hacia los lados o atrás
- se asea, de manera repentina y brevemente
- gira la cabeza hacia el lado contrario a ti
- huye (esta es obvia, ¿no? Así que mejor déjalo ir)
Pero ahora vamos con lo importante, ¡sus lugares preferidos!
Cómo acariciar a un gato: lugares
Según algunos estudios realizados, los sitios en los que los gatos disfrutan más de las caricias son debajo de la barbilla y las mejillas, además de la base de sus orejitas. ¡Ya puedes ir a comprobarlo con tu gatete!
Por el contrario, si quieres saber cómo acariciar a un gato, también tienes que tener claro qué zonas de su cuerpo es mejor no tocar, así que, ¡toma nota!: base de la cola, barriga y lomo, ¡lugares prohibidos para las caricias!
Si no les gusta el contacto físico, algunos gatos pueden reaccionar de manera agresiva y otros, simplemente, soportar la situación. Es mejor no comprobar de cuál de los dos tipos es el minino que tienes delante e ir a lo seguro sabiendo cómo acariciar a un gato.
Otros consejos para acariciar al gato
- No le pellizques ni le des golpecitos al acariciarlo.
- Acaríciale siempre con movimientos lentos a favor del pelo, no en contra.
- No prolongues el tiempo de caricias si el gato ya te está advirtiendo que debes parar.
- Si el gato reacciona mal ante la caricia, no le castigues de ninguna manera: ni gritos, ni golpes, ni aislamiento, ni ignorarlo para siempre. Puede ponerse en peligro vuestra relación.
- ¡Respeta sus límites!
Hay una cosa más que debes tener clara a la hora de saber cómo acariciar a un gato, y es que este no es un perro. Sí, es muy evidente, pero a veces, nos empeñamos en tratar a ambos peluditos de la misma manera y tenemos que entender que tienen un carácter bastante diferente.