¿Tu gato va muy a menudo al arenero pero apenas hace pis? ¿Maúlla de dolor cuando lo intenta? ¿Se lo hace fuera del cajón? Puede que tenga problemas urinarios, los cálculos renales en gatos domésticos están a la orden del día. Vamos a ver qué le ocurre a un gato que tiene cálculos renales, así como el tratamiento para este problema y de qué manera se puede prevenir. ¡Sigue leyendo!
Síntomas de los cálculos renales en gatos
Si tu gato tiene cálculos renales, hay ciertas señales que te ayudarán a darte cuenta:
- Dolor al orinar, ya que son diminutos restos sólidos, como arenilla, que se acumulan en el riñón y producen escozor al orinar. Es muy probable que tu gato llore o emita quejidos al hacer pis.
- Va a su caja de arena muy a menudo y pasa mucho tiempo allí.
- Hace muy poco pis o nada.
- Está nervioso, inquieto e irritable.
- Hace pis fuera de la caja de arena. Esto ocurre porque la asocian al dolor que les producen los cálculos al orinar y creen que haciéndolo en otro lugar no será doloroso.
- Su orina es mucho más ácida.
- Tiene sangre en la orina.
- Si tiene demasiados cálculos, el uréter puede obstruirse imposibilitando que la orina se expulse. En esos casos es muy necesaria la intervención veterinaria, ya que la vejiga podría reventar.
- Los gatos son animales de rutina, si observas cualquier cambio en su carácter o comportamiento, es que algo no va bien.
Es muy importante que te mantengas atento a posibles cambios de conducta de tu mascota; los cálculos renales en gatos se pueden tratar sin problema si se detectan pronto, pero si se ignoran pueden ser algo realmente peligroso, especialmente si el gato no consigue vaciar la vejiga.
Tratamiento de los cálculos renales en gatos
Los cálculos renales en gatos son realmente frecuentes: se estima que alrededor del 40 % de las consultas veterinarias de los gatos están relacionadas con los cálculos renales.
El tratamiento dependerá del diagnóstico que se determine en cada caso, al que se llega por medio de un análisis de orina. Lo más habitual es que estos cálculos los haya producido una acumulación de cristales de estruvita.
Se suelen aplicar analgésicos para aliviar el dolor y antibióticos para evitar infecciones (o tratarla si ya la hay). Es necesario mantener al gato muy bien hidratado para diluir la orina lo máximo posible. Además, se suele cambiar temporal o incluso permanentemente (dependiendo del caso) la alimentación del gato a una especial para tratar los problemas urinarios. Estas dietas ayudan a disolver y prevenir los cristales de estruvita, además de equilibrar la acidez de la orina.
¿Se pueden evitar los cálculos renales en gatos?
Aunque cualquier gato puede desarrollar cálculos renales, sí es cierto que algunos son más propensos que otros. En general, es más habitual encontrar este problema en gatos mayores de 6 años y especialmente en los machos.
Por otra parte, el estilo de vida influye mucho. Los gatos que viven en zonas urbanas y que son menos activos corren mayor riesgo; además, ¿sabías que el estrés es un gran factor de riesgo de los cálculos renales en gatos? Situaciones como excesivos ruidos, un ambiente inadecuado, mudanzas, cambios en el núcleo familiar o la soledad pueden afectar gravemente a tu mascota.
Lo más importante para evitar que un gato desarrolle este problema es mantenerlo tranquilo y bien hidratado. Procura que tu gato beba el agua que necesita y alterna la comida seca con la húmeda.
Sigue siempre los consejos de tu veterinario para tratar los cálculos renales de tu gato. ¡Acude a por un diagnóstico ante la mínima sospecha!