Querido peludo:
El 14 de febrero es el día del amor y la amistad… y ¿sabes qué? Desde que entraste en mi vida, no he tenido amigo como tú. ¿Te acuerdas de cuando viniste a casa? Ese mismo día supe seguro que tú eras mi mascota ideal, que te había elegido bien. Lo que no sabía ni podía imaginar en ese momento es lo que llegaría a sentir por ti.
Gracias, amigo, por mostrarme la mayor de las fidelidades. Por cada movimiento de colita, por cada besito en forma de lametón, por darme tu patita cuando te la pido y tu corazón sin habértelo pedido.
La amistad entre un perro y un humano es tan incomprensible para los que no la han vivido como maravillosa para los que sí la tenemos. ¡Nos llaman locos! Porque estamos dispuestos a sacaros a la calle cada día, a bañaros, a daros de comer… Pero ¿qué es eso a cambio del amor más incondicional?
Por eso te escribo esta carta hoy, porque tengo tanto que agradecerte… Es cierto que a veces ladras más de la cuenta, hurgas en la basura y te pones un poquitín plasta para que te echemos comida de la mesa. Y sabes que no nos gusta, pero te da igual. Eres consciente de la carita adorable que tienes y sabes que con ella puedes conseguir lo que quieras. ¡Nadie te gana a tener paciencia!
¡Cómo no pasar por alto tus travesuras sabiendo todo lo bueno que me das! Son pequeñas cosas, que haces sin darte cuenta siquiera, pero que hacen que cada día contigo sea especial: tumbarte a mis pies para que te rasque cuando llego a casa, sentarte a mi lado a ver la tele, entrar a mi habitación cuando me he acostado para comprobar que estoy bien…
Aunque no sepas leer, aunque no entiendas mi idioma (excepto cuando se trata de ir a por un premio o a la calle, ¡entonces lo entiendes muy bien!) sé que sabes todo lo que pone en esta carta.
Muchas gracias, pequeño. Espero ser capaz de hacerte muy feliz, aunque seguro que no es tanto como me haces tú a mí, y que caminemos patita con patita mucho tiempo.
Para los demás eres sólo un perro, para mí eres mi mejor amigo. Hoy y siempre, ¡te quiero!
Si tienes gato, no te pierdas la carta a mi gato por San Valentín.