¿Quién ha dicho que perros y gatos siempre se llevan mal? La convivencia entre ambos puede ser verdaderamente enriquecedora, no solo para ellos, sino también para nosotros. Sin embargo, no siempre está exenta de problemas y uno de ellos puede ser el robo de comida, sobre todo por parte del perro. Si quieres evitar que tu perro se coma la comida del gato, toma nota de lo que te contamos a continuación.
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¿Qué pasa si mi perro come comida de gato?
Si tu peludo se come el alimento felino de manera puntual, no te preocupes, no va a pasarle nada malo.
Sin embargo, debes tener muy claro que gatos y perros no tienen las mismas necesidades nutricionales, por lo que si un perro come comida de gato o un gato come comida de perro de manera habitual, va a sufrir carencias nutricionales que acabarán por perjudicar a su salud.
Por ello, lo mejor siempre es impedir que uno ingiera la comida del otro.
Antes dar los tips básicos para evitar que tu perro se coma la comida del gato, veamos las razones que pueden llevar al can a hacer esto.
Razones por las que un perro come comida de gato
Son varios los motivos que pueden llevar a tu mascota canina a ingerir la comida de su compañero gatuno. Veamos los más usuales.
- No se sacia con su comida. Esto puede suceder por dos razones. Una es que hay perros que parece que nunca se sienten llenos y se obsesionan con el alimento, por lo que aprovecharán cualquier comida que quede a su alcance. La otra es que estés equivocándote con la cantidad de alimento que debes darle a tu mascota y no estés ofreciéndole la que de verdad necesita.
- Calidad de la comida. Si el alimento que has escogido para tu mascota es deficiente en calidad, deberás buscar un alimento con un aporte nutricional más elevado. La comida de los gatos cuenta con más proteínas y grasas y suele ser mucho más apetitosa para los perros.
- Problemas de salud. Puede pasar que algunos problemas le lleven a comer el alimento del gato. Por ejemplo, si tiene problemas bucales o dentales y la comida del felino le es más fácil de masticar, quizás vayan a por ella. O si el can tiene problemas intestinales, puede ser que busque ingerir otra cosa que le siente mejor.
- Mala conducta. En ocasiones también sucede que el hecho de que un perro coma comida de gato se dé, simplemente, porque el animal tiene problemas de comportamiento. Estos pueden venir derivados de muchos factores, como pueden ser la falta de ejercicio, el estrés, la ansiedad, el miedo, la soledad, etc.
Consejos para evitar que el perro se coma la comida del gato
Ahora sí, toma nota de algunos de estos trucos para evitar que tu perro se coma la comida del gato.
Coloca el comedero del gato en un sitio elevado
Dado que los gatos son animales ágiles y curiosos, no es extraño que, en algunos casos, se les pueda colocar el plato de comida en un lugar elevado del suelo.
Esta es una buena idea para evitar que el perro se alimente de él, siempre y cuando no llegue a dicho plato y el gato sí.
Elige un comedero inteligente
Los avances tecnológicos han llegado hasta los platos de comida de nuestras mascotas, pudiendo encontrar en el mercado opciones realmente maravillosas.
Es el caso de los comederos automáticos con microchip. Se trata de unos platos que se mantienen cerrados y se abren automáticamente cuando detectan cerca a un animal en concreto, el cual lleva un microchip asociado al comedero en su collar.
Es cierto que esta opción tiene un coste económico algo elevado, pero con ella no solo lograrás evitar que tu perro se coma la comida del gato, sino que dicho alimento mantenga mejor sus condiciones durante más tiempo, especialmente si es comida húmeda.
Separa los comederos
Sin duda esta es la opción más básica y, en ocasiones, la más práctica.
Consiste en establecer un horario fijo de comidas para ambas mascotas, a ser posible coincidiendo siempre las tomas entre ambos.
En ese momento, se servirá el alimento de ambos animales y se colocarán los platos en habitaciones separadas.
Por ejemplo, dado que en este caso suponemos que el ladrón glotón es el perro, se le puede dejar el plato en el suelo de la cocina tras servirlo y, mientras engulle su comida, llevar el plato del gato al salón y cerrar la puerta para que pueda comer a solas.
Trabaja las órdenes con tu mascota
Una de las mejores maneras de hacer que tu mascota no ejecute un comportamiento no deseado es enseñándole órdenes básicas como “stop”.
Este tipo de entrenamiento te llevará tiempo, pero la consecución del objetivo te va a servir en muchos momentos, no solo a la hora de decirle que no se acerque a la comida del gato.
Recuerda que cualquier enseñanza relacionada con las mascotas debe basarse en el refuerzo positivo. Además, puedes echar mano del clicker, una herramienta muy útil en el adiestramiento canino.
Como verás, no todas las opciones planteadas son válidas en todos los casos. Por ejemplo, no puedes colocar el plato de tu gato en un lugar elevado si se trata de un felino enfermo o mayor al que le costaría llegar a él. Por ello, simplemente, analiza tus circunstancias y escoge la opción más apropiada a las mismas.