Hay situaciones en las que va a ser necesario sustituir la comida de tu mascota por otra, debido a alguna razón. En esos casos, debes tener en cuenta que no puedes hacer la sustitución de forma radical. Te indicamos cuál es la mejor manera de cambiar la comida de tu mascota sin que esto le perjudique.
¿Cuándo hay que cambiar la comida de las mascotas?
Hay momentos en la vida de tu perro o gato en los que vas a tener que cambiar su alimentación por otra. Estos son los motivos principales.
Cambios de etapa de vida
Cada etapa de vida de tu mascota va a requerir de unas necesidades nutricionales concretas.
Por ejemplo, los cachorros, que están en crecimiento, necesitan de una alimentación adecuada a su edad, que no va a ser la misma que la de un perro o gato adulto.
De igual manera, las mascotas ancianas también van a requerir una dieta específica. Hay que tener en cuenta que los animales mayores ya no son tan activos como los jóvenes y necesitarán un aporte calórico menor.
Problemas gastrointestinales
Tu mascota puede sufrir problemas gastrointestinales que se van a manifestar de diversas maneras: vómitos, diarreas, gases…
Es posible que, en esos casos, tras una visita al veterinario, este te recomiende cambiar durante un tiempo la alimentación del animal.
Alergias alimentarias
Las mascotas pueden sufrir alergias alimentarias. Estas se dan porque el animal reacciona ante uno de los componentes del alimento.
Si es el caso de tu perro o gato, ten en cuenta que existen piensos hipoalergénicos que pueden ayudar a acabar con la misma. Esta será la comida adecuada para ellos.
Sobrepeso
Una de las causas principales del sobrepeso en mascotas es la alimentación inadecuada.
Por eso, si tu animal de compañía está por encima del peso que debería, quizás tengas que recurrir a un cambio en su dieta. Además de hacer que este se ejercite.
Vistas las razones principales por las que quizás debieras cambiar la comida a tu mascota, veamos cómo se debería hacer esa transición.
Cómo cambiar la comida de tu mascota
Si se da alguna de las circunstancias en las que sea necesario modificar la alimentación de tu mascota, debes tener claro cómo hacerlo.
Lo que recomiendan los expertos es no llevar a cabo un cambio brusco en la dieta. Por ejemplo, veamos el caso en el que un perro o gato come pienso.
El cambio debería hacerse de forma gradual. Esto es esencial porque su organismo debe acoplarse a digerir cosas diferentes y eso puede llevar tiempo.
Por eso, el mejor método sería:
- Los primeros dos o tres días debes darle un 75% del pienso habitual a tu mascota, junto con un 25% de las croquetas nuevas.
- A partir del tercer día hasta el sexto, ya puedes hacer una combinación entre el 50% de un pienso y el 50% del nuevo. Es en este momento cuando podrás comprobar si tu mascota acepta el nuevo alimento o lo rechaza.
- Si todo va bien, a partir del séptimo día ya puedes darle un 100% del pienso nuevo.
También es importante, a la hora de cambiar la comida de tu mascota, no desistir al primer intento si ves que el animal no se come todo el nuevo alimento. Le puede llevar unos días aceptarlo.
Por supuesto, ante cualquier cambio en la alimentación, la calidad de la comida debe ser siempre óptima. No escojas cualquier alimento sin leer primero las etiquetas para tener claro que su composición es adecuada.