¿Estás pensando realizar un viaje y quieres llevarte a tus gatetes? En este artículo te hablamos de lo que debes tener en cuenta a la hora de viajar con gatos en avión.
Consideración previa: hazlo solo si es necesario
Somos los primeros en recordar que debemos cuidar y amar a nuestras mascotas, pasar tiempo con ellas y jamás abandonarlas.
Pero es cierto que los gatos tienen un carácter diferente a los perros y, al contrario que estos, no necesitan tanto estar continuamente pegados a sus humanos.
A los gatos les estresan muchísimo los cambios, son animales de rutinas muy marcadas y cualquier cosa ajena a su día a días les hace sentir incómodos y que entren en pánico.
Un viaje supondrá a tu gato tal cantidad de estímulos nuevos que es muy probable que lo pase mal.
Por ello, considera viajar con gatos en avión solo cuando sea 100% necesario, es decir, si te vas a mudar, si es un periodo vacacional largo y no tienes con quien dejarle, etc.
Dicho esto, pasemos a hablar sobre las cuestiones a tener en cuenta para viajar con gatos en avión.
Consejos para viajar con gatos en avión
Aunque hay muchos factores a considerar, estos son los más importantes si quieres llevarte a tu gato en el avión.
1. Elige a una compañía aérea que permita llevar mascotas
No, no todas las aerolíneas dan la opción de poder transportar a mascotas en los vuelos. Por eso, es muy importante que si estás planeando tu viaje y comparando billetes entre diferentes compañías, te fijes en aquellas que sí permiten llevar mascotas. Es más, asegúrate de que permiten llevar gatos en concreto, ya que hay algunas que solo aceptan a los perros.
Una vez tengas elegida la compañía con la que vas a volar y te hayas asegurado de que tu gato puede ir contigo, lee bien sus normas respecto a esto, ya que de ellas dependerán los siguientes pasos a seguir.
Además, vas a tener que pagar por llevar a tu mascota contigo, así que asegúrate de contar con ese gasto extra.
2. Elige el transportín adecuado
Al mirar las normas establecidas de la aerolínea respecto al viaje con mascotas, seguramente encontrarás las características exactas que debe tener el transportín donde llevarás a tu gato.
Ten muy en cuenta esto. Puede ser que tengas un transportín en casa y no te pares a comprobar si realmente se adapta a lo que pide la compañía. De no ser así y arriesgarte, puede ser que cuando llegue el momento del viaje no te permitan llevar a tu gato.
Fíjate en las medidas y el peso máximo permitido para llevar a tu gato en cabina. Si los parámetros son superiores a lo que ellos indican, tu gato no podrá viajar junto a ti y te harán dejarlo en bodega.
Por último, además de cumplir con la pautas que marque la compañía, asegúrate de que el transportín permita a tu gato ir cómodo en él. Bastante complicado es ya para el felino estar ahí dentro, como para encima ir incómodo.
¡Ah, por cierto! Intenta acostumbrar a tu gato a entrar al mismo antes del viaje. Debes hacerlo poco a poco y con paciencia, pero mejor eso que obligarle a entrar de golpe el día del vuelo.
3. Ten su cartilla al día
Un imprescindible a la hora de viajar con gatos en avión es tener su cartilla al día.
Esto supone que el gato tenga su chip identificativo, que esté correctamente vacunado y con todas esas vacunas al día, refuerzos incluidos.
Un pasaporte de mascota tendrá también reflejado cualquier enfermedad, intervención quirúrgica, etc. que haya tenido tu mascota.
4. Documentación en regla
Pero es que además de tener los documentos básicos que aseguren que tu mascota está bien, debes tener en cuenta que cada país puede pedir otro tipo de requisitos para la entrada del animal.
Por ello, lo aconsejable es que te informes con bastante tiempo de antelación sobre todo lo necesario. Los trámites administrativos puede tardar en ser procesados y aceptados. ¡No dejes que el tiempo se te venga encima!
5. Prepara a tu gato antes del viaje
¿Todo listo? Pues bien, si ha llegado el día del viaje hay dos consejos principales que debes considerar.
El primero es que no hagas que tu gato se excite muchísimo antes de entrar en el transportín. Es mejor que esté lo más relajado posible, por lo que no te pongas a jugar con él al pilla pilla (por ejemplo) antes del viaje.
Lo segundo a tener en cuenta es que alimentes a tu gato, al menos, unas dos horas antes del viaje. No es aconsejable que el felino beba y coma justo antes del viaje, ya que va a pasar horas sin poder hacer sus necesidades.
Hay algunos medicamentos veterinarios que son tranquilizantes y se les da a los animales antes de viajar para que vayan tranquilos, pero no son del todo recomendables.
Lo mejor que puedes hacer por tu gato es intentar que se acostumbre a la situación poco a poco, trabajando con él tiempo antes del vuelo.
6. No vayas con el tiempo justo
Además de los imprevistos que pueden surgirte a ti cuando llegues al aeropuerto, recuerda que vas a volar con un ser vivo, que te pedirán su documentación además de la tuya y ambos deberéis pasar el control de seguridad.
Para evitar prisas y estrés innecesario, acude al aeropuerto con bastante tiempo de antelación. Seguro que llegados a este punto, lo último que quieres es dejar a tu gato en tierra o perder el vuelo.
Durante el viaje
Ya conoces todo lo imprescindible para viajar con gatos en avión. Ahora que ya te dispones a embarcar, sigue todas las directrices que te indique la tripulación. Por ejemplo, si te indican que te tienes que sentar en un asiento específico, hazlo, es por seguridad.
Si tu gato y el transportín cumplían los requisitos (tamaño y peso) para poder llevarlo contigo, debes saber que no se te va a permitir sacarlo del habitáculo durante el viaje.
Puedes introducir su juguete favorito en el mismo antes de volar para que se sienta un poco más acompañado, pero lo más importante es que sienta que tú estás con él. Háblale con voz calmada y, siempre que se te permita levantar el transportín del suelo, elévalo hasta tu cara (o agáchate) para que tu gato te vea.
Si el viaje es con escalas, plantéate sacar a tu gato, siempre y cuando consideres que eso no le va a perjudicar.
Hay gatetes que están acostumbrados a salir de paseo con el uso del arnés y correa específico para felinos. Si es el caso de tu mascota, podrías aprovechar la escala para consultar si en el aeropuerto disponen de un patio o zona en la terminal donde poder sacarlo (siempre con correa y arnés, recuérdalo) y que así pueda estirar las patas.
Si no es el caso y, además, sabes que tu gato no lo pasaría bien, entonces mejor déjalo en el transportín. Después de un rato dentro de él habrá visto que no hay peligro y será su nueva zona segura, por lo que es mejor que se quede ahí.
Viajar con gatos en avión puede ser toda una aventura, pero no debes descuidar ni un solo detalle. ¡No lo olvides!