Cuando nuestra mascota sufre algún problema de salud y acudimos con ella al veterinario, siempre deseamos que regrese a casa como si nada hubiese pasado y moviendo el rabito alegremente. Sin embargo, en ocasiones, el proceso de recuperación lleva un tiempo y tomar ciertas precauciones para no empeorar la situación. Una de esas medidas es el empleo del collar isabelino. ¡Te hablamos de él!
¿Qué es el collar isabelino?
El collar isabelino, collar en cono, cono de la vergüenza o simplemente cono, es un un elemento de plástico que se coloca en el cuello de la mascota como método de contención.
Este limita sus movimientos de cabeza y el acceso de sus patas a la misma, ya que actúa como una pantalla de protección. Así se evita que el animal se haga daño en ciertas zonas de su cuerpo que ya de por sí sufren algún problema.
Obviamente, no existe solo un tipo de collar isabelino. Los hay de diferentes tamaños, algunos de plástico (los más comunes) y otros hinchables.
Será el veterinario quien te aconseje sobre cuál es el que necesita tu peludo y cómo colocárselo para que le haga daño.
Por cierto, como curiosidad, el nombre de «collar isabelino» viene dado porque recuerda a las gorgueras tan representativas en el vestuario de la época de Isabel I de Inglaterra. ¿Lo sabías?
Usos del collar isabelino
Los usos más comunes del collar isabelino son:
Que el animal no se toque las heridas del cuerpo
Si tu mascota ha sido intervenida y tiene una herida en curación, es muy importante que no se la lama. Esto podría hacer que se infectase y tener muy malas consecuencias, así que el collar isabelino es una opción.
Del mismo modo, aunque no haya cirugía de por medio, cualquier herida en el cuerpo de tu mascota (quemadura, corte…) debe ser protegida de sus lametones.
También es muy útil para que no se rasque si el peludo está siendo sometido a un tratamiento dermatológico.
Protegerle la cara
También es importante aislar la cara de tu peludo si en ella hay algo que proteger: sus ojos por un tratamiento oftalmológico, sus oídos, una herida en el hocico, etc.
En este caso, el cono isabelino protege de los intentos de tocarse o rascarse con sus patitas esa zona.
¿Puede llevar una vida normal mi mascota con collar isabelino?
Partamos de la base de que ese collar se colocará por una necesidad y no por gusto, y esa necesidad seguramente será algo incómodo para tu mascota.
Además, seguro que no está para nada acostumbrada a tener algo que limite sus movimientos y su campo de visión.
Aun así, lo normal es que, tras unas horas (y varios choques contra las cosas de casa), se vayan acostumbrando al cono y adapten sus movimientos a él.
Ayuda a tu mascota cuando lleve collar isabelino
Tienes que poner de tu parte para que tu mascota pase los días que le toque llevar el collar lo más tranquila posible.
Por ejemplo, para comer y beber, si no llega a sus platos con el cono puesto porque estos tienen los bordes muy altos, ponle unos menos profundos para facilitarle el acceso.
También separa los cuencos de la pared para que al inclinarse no choque.
Si aun así le cuesta, consulta con el veterinario si puedes retirárselo a la hora de la comida. Si te da permiso permanece 100% atento para que no se toque las heridas.
Piensa que tu mascota no entenderá muy bien la situación, así que tendrás que calmarla y no enfadarte con ella ni gritarle cuando intente quitarse el collar. Corrígele para que no lo haga, pero siempre con amor y premiándole en los progresos.
Siempre debe ser el veterinario quien recomiende el uso de este collar, no se lo pongas por gusto. Además, también tiene que ser él quien te indique el tiempo que debe llevarlo.
¡No interrumpas su uso por tu cuenta, ya que podría tener muy malas consecuencias para tu mascota!