Si tienes un gato como mascota, es muy importante que, de vez en cuando, mientras le acaricias, aproveches para observar el interior de sus orejas. En ellas se puede acumular cerumen y otros elementos que acaben causando un gran mal a tu gatito. Si ves que hay algo que haya que retirar, ¡ponte manos a la obra! En este artículo, te enseñamos cómo limpiar las orejas al gato, paso a paso.
Cómo limpiar las orejas al gato
1. Elige el momento adecuado
Para limpiar las orejas al gato debes buscar el momento perfecto. Como cuando vas a cortarle las uñas, no puedes cogerlo en un momento en el que esté nervioso o excitado, ya que no lograrás nada más que estresarlo.
Lo ideal es que acostumbres al felino a estas limpiezas desde que es un cachorro y lo hagas con cierta frecuencia, así, con el paso del tiempo, comprenderá que es algo habitual a lo que no hay que temer.
Para ello, cuando tu gato esté tranquilo, acércate y acaríciale. Háblale con voz suave y calmada. Si tu gato huye, ¡no le persigas! Acabarás agobiándole y eso no es buena idea.
2. Observa sus orejas por dentro
Si ya sabes lo que tienes que limpiar porque un día, mientras le acariciabas, descubriste cuál era el problema, ya puedes ir más directamente a ese punto.
Si no, tendrás que observar bien si el interior de las orejas de tu mascota tiene mucha cera, costras, heridas o parásitos. Otra señal de que algo no va bien es si desprenden mal olor.
3. Empieza limpiando por fuera
Para no empezar de golpe con la parte interior de las orejas, lo ideal es que empieces suavemente por la parte exterior. De esta forma también eliminarás suciedad que pueda estar escondida en los pelitos de esa zona y que podría acabar introduciéndose en las orejas.
Para el exterior puedes usar una toalla suave o una gasa estéril. Humedécela con suero fisiológico o un producto especial para la higiene de los gatos. Este tipo de productos lo puedes encontrar en tiendas especializadas de animales.
Pasa la toalla o gasa con suavidad por la parte externa de las orejas del minino para eliminar cualquier sustancia y luego vuelve a repetir el proceso con otra toalla suave o con otra gasa limpia y seca para eliminar la humedad y evitar los hongos.
4. Ahora la parte interna
¡Es el momento de la verdad! A los gatetes no les suele gustar que estemos encima de ellos tocándoles las orejas, así que… ¡tómatelo con calma!
Para este paso debes haber adquirido en tu centro veterinario o tienda de mascotas un producto especial para limpiar los oídos de los gatos. También necesitas gasas estériles.
Lo normal es que ese producto limpiador venga en un formato de fácil aplicación para los oídos. como un spray. Así que simplemente deberás usarlo del modo y en la cantidad que indica el producto.
Luego, envuelve tu dedo en una gasa y retira la cera o residuos que habrá disuelto el producto.
Esta rutina deberás repetirla, más o menos, cada dos semanas. De esta forma evitarás infecciones o enfermedades, como la otitis en gatos, que causan mucho dolor a nuestra mascota.
Aun así, si tras observar la parte interna de las orejas del gato, notas que algo no va bien (como el mal olor o las heridas que mencionábamos antes), debes acudir al veterinario inmediatamente para que sea él quien revise a tu mascota.