Amo a mi mascota, pero tengo alergia a mi perro… ¿qué hago? Esa pregunta nace de una situación complicada, pero nos alegra que hayas llegado hasta aquí buscando soluciones y no hayas tomado el camino fácil.
La respuesta no es el abandono
Como decíamos, te damos las gracias por estar buscando una solución y no haber optado por la vía rápida: abandonar a tu mascota a su suerte. Esa es la decisión que toman muchas personas cuando, por cualquier motivo, su mascota les causa un inconveniente.
Y no, el abandono NUNCA es una opción, da igual cuál sea el problema. Siempre hay otras posibilidades, y, en caso de que tu problema sea la alergia, te vamos a plantear algunas cuestiones que puedes poner en práctica para prevenir o minimizar los síntomas.
Tengo alergia a mi perro: ¿qué puedo hacer?
Sabemos que amas a tu peludo con todo tu corazón y por eso has llegado hasta aquí. Este post hemos querido dedicarlo a los dueños de perros, pero sirve también para alérgicos a los gatos u otras mascotas domésticas con pelo.
¡Esperamos que esta serie de consejos te ayuden!
1. Antes de la adopción
Antes de adoptar a cualquier animal, si no estamos seguros de poder vivir con una mascota, lo normal es que nos hagamos unas pruebas que descarten cualquier alergia a los animales.
Los alérgenos pueden venir del pelo, la saliva, la caspa, etc. del animal y con esas pruebas descartaremos cualquier posibilidad.
Aun así, se suelen dar muchos casos de personas que han convivido con mascotas y que con el tiempo desarrollan alergia a esos mismos animales. Con lo cual, ¡nadie se salva de sufrir una alergia a los perretes!
2. No permitas que la mascota entre a tu habitación
Es la zona de la casa donde más tiempo seguido solemos pasar (cuando dormimos). Es por ello que tu mascota no debería entrar nunca a esa estancia, dejándola completamente libre de alérgenos.
3. Tu casa siempre debe estar muy limpia
Los alérgenos se acomodan con gran facilidad en todos los tejidos por los que pasa el animal. Por eso, es importante que limpies con frecuencia (usando preferiblemente una aspiradora) suelos, sillones, etc.
Además, la cama, manta, juguetes, ropa, etc. de tu perro, debe ser lavada con agua caliente y un poco de jabón neutro cada semana.
4. Alfombras y moquetas prohibidas
Si hemos dicho en el anterior punto que los causantes de la alergia se adhieren con facilidad a los tejidos, imagínate lo que pasará si tienes la casa llena de alfombras o moqueta. Es mejor que las mantengas alejadas de ti y de tu mascota, a no ser que sean alfombras de bambú sin ningún tipo de pelo.
5. Usa un purificador de aire
Un purificador de aire en tu casa te ayudará a atrapar los alérgenos, favoreciendo tu respiración y reduciendo los síntomas de alergia.
6. Cuenta con la ayuda de un no-alérgico
Si tus allegados saben de tu amor por tu mascota y les dices «tengo alergia a mi perro», estamos seguros de que alguien te echará una mano.
Será muy importante su ayuda en los momentos del baño, limpieza de sus pertenencias o cepillado de pelo. Intenta que sea alguien que ya tenga confianza con el animal, ya que el momento del cepillado (especialmente si se trata de peinar a un gato) requiere de paciencia y de tranquilidad por parte del peludo.
Si no te queda más remedio que hacerlo por ti mismo, usa una mascarilla y guantes.
7. Acude a tu médico
Un alergólogo será el encargado de hacerte las pruebas pertinentes para confirmar el foco de la alergia y su intensidad.
Puede ser que tus síntomas sean leves y que te recete algún medicamento o pulverizador nasal para momentos concretos en los que sientas que los necesites. Con eso y estos consejos podrás vivir con tu mascota perfectamente. ¡A veces las cosas no son tan graves como nos parecen al principio!
¿Y si la alergia es grave?
Por desgracia, puede pasar que tengas el diagnóstico médico que confirma que la alergia es a tu mascota y tus síntomas sean más graves que unos simples estornudos o un leve picor.
En ese caso, puede ser que el tratamiento recomendado por el médico sea algo más serio, pero que te permita seguir viviendo con tu mascota.
Los casos más graves, en los que tu salud se pudiese ver altamente comprometida, lamentablemente deberás tomar otra decisión. Y no, no nos referimos a abandonar al perro en la calle o en una perrera. En estos casos, lo mejor es contactar con un familiar o amigo que se pueda hacer cargo de tu mascota para que tú puedas disfrutar de ella siempre que quieras sin que tu vida se vea comprometida.
Porque sí, en casos muy graves de reacciones alérgicas, la vida de una persona puede correr peligro. De ahí que sea tan importante que antes de tomar esta decisión, te hagas las pruebas pertinentes, consultes a tu médico y sigas estos consejos.