Seguramente la palabra Ailurofilia ni siquiera te suena, ¡no te preocupes! En Wakyma te lo explicamos. La Ailurofilia significa «amor por los gatos o felinos». Esta palabra es justamente la contraria a ailurofobia que sería «miedo o repulsión hacia los gatos o felinos».
La Ailurofilia: el amor por los gatos
Quienes tienen Ailurofilia, no solo sienten cariño y amor hacia los felinos sino también admiración, fascinación y placer al cuidarlos. Además decirte que…¡la Ailurofilia NO desaparece con el tiempo!
También existen otras sensaciones que se «parecen» a la Ailurofilia, como por ejemplo: el síndrome de Noé, donde el enfermo quiere acumular todo tipo de animales, llegando a un punto donde es imposible realmente cuidar de ellos.
Grados en la Ailurofilia
Las personas que sufren Ailurofilia, tienen desarrollado el respeto, cariño y responsabilidad con los felinos. Además también desarrollan un gran sentido del compromiso con ellos.
Si hablamos de Ailurofilia, ¡hay diferentes grados! Estos pueden ir desde…. Simples amantes de los gatos, adoptar uno o varios, hasta buscar todo tipo de objetos personalizados.
También hay cierto que hay casos muy extremos, donde adoptan, compran y recogen una gran cantidad de felinos.
Muchos expertos consideran la Ailurofilia una parafilia, es decir, tendría un patrón de comportamiento sexual relacionado con el placer. Es decir, esta enfermedad provoca sentimientos confusos hacia los gatos.
Síntomas de la Ailurofilia
Las personas que sufren esta enfermedad, pueden llegar a tener fantasías sexuales, e incluso muchas veces sienten placer al disfrazarse de gato o al ver a otra persona disfrazada de esta forma.
En casos extremos impide llevar una vida normal.
Tratamiento de la Ailurofilia
Durante la primera fase del tratamiento, la persona que lo padece, necesitará atención psicológica, algunas veces, también necesitará medicamentos psiquiátricos. La duración del tratamiento dependerá de cada paciente.
Los gatos y cualquier mascota, son una responsabilidad
Si has decidido comprar o adoptar una mascota, también te estás comprometiendo a cuidarle y respetarle durante toda su vida. Antes de adoptar una mascota, ¡debes meditarlo!
Aparte de los cuidados básicos como es llevarle al veterinario, ofrecerle comida y agua limpia, proporcionarle un sitio donde pueda jugar y descansar, ¡también necesita cariño y educación!
NUNCA lleves a casa a un animal por mero capricho.