Seguro que ya te habrás dado cuenta de que a los perros les gusta mirar por la ventana. Pueden pasarse horas frente al cristal observando lo que sucede en el exterior. Pero, ¿por qué les gusta tanto esto? Y, sobre todo, ¿es bueno para ellos que estén tanto tiempo pegados a la ventana? Veamos todas estas cuestiones.
ÍNDICE DE CONTENIDOS
¿Por qué a los perros les gusta mirar por la ventana?
Lo cierto es los perros tienen buenas razones para amar el observar el exterior desde casa. Y la verdad es que esto tiene beneficios para ellos.
Estas son algunas de las razones.
Estimulación olfativa
Como sabéis, el olfato es el sentido más desarrollado de los perros. Si la ventana de tu casa está entreabierta, a través de ella le llegarán a tu mascota diferentes olores que favorecerán su estimulación.
Les entretiene
Pasar tiempo observando lo que pasa fuera es un entretenimiento mental para ellos, lo cual favorece su bienestar.
Sin duda es una manera muy económica de combatir el aburrimiento canino.
Toman el sol
En los días fríos, pero en los que brilla el sol, estar cerca de una ventana que deje pasar los rayos será muy positivo para tu peludo.
A estos les gusta descansar al calorcito, además de que recibir esa luz es muy saludable para ellos, ya que proporciona vitamina D, esencial para que el organismo funcione de manera correcta.
Además, la luz solar también ayuda segregar serotonina, la cual mejora el ánimo.
Por último, la cantidad de horas que recibe luz influye en procesos tan importantes como la propia muda de pelo.
Vigilar el territorio
Otra de las razones por las que a los perros les gusta mirar por la ventana es porque esto les permite mantener el control sobre lo que consideran su territorio.
Además, al encontrarse elevados sobre el entorno, les da un extra de interés y valor, ya que les aporta mayor sensación de seguridad y control.
Aspectos negativos de que un perro mire por la ventana
Lo cierto es que mirar por la ventana, aunque tenga los beneficios mencionados, también tiene aspectos no tan positivos para el animal.
La mayoría de esos aspectos vienen derivados de que algunos canes reciben tal cantidad de estímulos cuando observan el exterior que les cuesta gestionarlos.
Pero veamos con exactitud cuáles pueden ser esos problemas:
- Fugas: dependiendo de cómo sea la ventana y la altura a la que se encuentre, algunos perretes tienen la habilidad de abrirla y escaparse, pudiendo perderse y/o sufrir accidentes. Si encima, el perro en cuestión es un macho que no está castrado y huele a una perra en celo, el problema puede agravarse.
- Comportamiento territorial: como mencionábamos antes, una de las razones por las que a los perros les gusta mirar por la ventana es porque observan lo que ellos consideran su territorio. Al ver un continuo ir y venir de personas, coches, otros animales, etc., puede pasar que tu mascota desarrolle comportamientos muy territoriales, poniéndose muy nervioso y ladrando por todo lo que ve moverse.
- Daños solares: es cierto que recibir la luz del sol es muy saludable para el perro, pero de manera moderada. Si el animal se expone demasiado a los rayos directos, puede sufrir quemaduras solares, especialmente en las partes poco pigmentadas o con poco pelo, como la trufa, el abdomen, las orejas o los labios.
- Miedos: hay perros que desarrollan miedos o fobias a ruidos externos. Puede ser porque de pequeños no socializaron correctamente y no están acostumbrados a ciertos sonidos normales de la calle. Pero también puede darse porque le tengan miedo a los ruidos provocados por la pirotecnia o las tormentas, algo que es muy habitual en los animales. En esos casos, que los perros permanezcan cerca de las ventanas no es muy aconsejable.
Cómo ayudar a tu perro a mirar por la ventana con seguridad
Como has podido comprobar, a los perros les gusta mirar por la ventana y esto tiene efectos positivos para él, pero también negativos. Por ello, lo ideal es que observes a tu mascota y decidas cuándo es bueno para ella o no que mire.
En caso de que sí sea adecuado, le puedes facilitar el observar.
- A no ser que el cristal de la ventana llegue al suelo, lo ideal sería colocar un mobiliario que le permita a tu mascota elevarse para mirar por la ventana.
- Ese mueble debe ser adecuado en función de las características físicas y las condiciones del animal.
- Si es posible, en lo alto de ese “puesto de mando”, coloca una manta o cama para que el animal se pueda tumbar.
- Por supuesto, debes extremar las medidas de seguridad, no solo con la zona en la que va a sentarse o acostarse tu perro para observar, sino con la ventana en sí. Esta debe estar completamente cerrada o abierta de alguna manera que al perro le sea imposible escapar por ella. Por ejemplo, no la dejes entreabierta con un gancho, pues el animal puede aprender que con un simple movimiento de su pata, puede abrirla. ¡No subestimes la inteligencia de tu mascota!