Steve Jenkins y Derek Walter adoptaron como mascota a lo que pensaron que era un mini pig, pero dos años más tarde han comprobado que el animal era un poco más grande de lo que se imaginaban. ¡Conoce la historia de Esther, The Wonder Pig!
Un «mini pig» de 295 kilos de peso
Muchas personas han elegido vivir teniendo a un mini pig como mascota. Y la verdad, ¡nos parece una idea maravillosa! Los cerdos son animales muy inteligentes y más cariñosos de lo que la gente se imagina.
A Steve le interesaba esta idea y por eso, en 2012, adoptó a la que sería su nueva mascota: un mini pig a la que puso de nombre Esther.
Él ya tenía dos perros y cuando le comentaron que ese animal no pesaría más de 32 kilos pensó que sería como tener a un tercer peludito.
Desde los primeros días en casa, Esther les robó el corazón. ¡Era una monada!
La sorpresa llegó de la mano de un veterinario que les comunicó que estaba seguro de que lo que tenían como mascota no era un mini pig, sino un cerdo comercial que podría llegar a alcanzar los 113 kilos.
La pareja no tenía forma de averiguar los orígenes genéticos de la cerda y lejos de abandonarla por los problemas que les podría suponer, simplemente aceptaron que necesitarían más espacio.
Vivían en una casa de tan solo tres habitaciones en Ontario, Canadá, pero cuando Esther alcanzó los 18 meses de edad, ya pesaba 190 kilos y sabían que pronto se tendrían que mudar.
Encontraron una granja a 40 minutos de su casa, pero no disponían del dinero suficiente para comprarla.
Durante todo ese tiempo, Esther había cautivado los corazones de miles de seguidores de su página de Facebook, así que exponiendo su situación, Jenkins inició una campaña de financiación colectiva para conseguir un poco de ayuda para el nuevo hogar de Esther. ¡Y lo lograron!
Restauraron el lugar y lo acondicionaron llamándolo Granja Santuario Happily Ever Esther, donde ella fue la primera inquilina… ¡pero ahora también comparte espacio con una vaca, caballos, cabras y otro cerdo!
Otro revés con final feliz
La historia de Esther no acaba aquí, y es que en 2018 cayó enferma y el Colegio de Veterinarios de Ontario no tenía el equipo del tamaño necesario para poder analizar lo que le pasaba a Esther.
Otra vez los fans de la cerda ayudaron a sus dueños a recaudar el dinero que necesitaban para traer el equipo necesario para ayudar a Esther y a otros animales de su tamaño. ¡Fue tanta la colaboración que se superó la cifra indicada y el dinero adicional fue donado a organizaciones benéficas de animales y organizaciones de rescate!
Afortunadamente, con el equipo necesario descubrieron que Esther tenía cáncer de mama, pero la pudieron operar y ya está curada.
Todas sus aventuras junto a sus dueños y compañeros animales están recogidas en un libro titulado «Esther the Wonder Pig». ¡Pero la cosa no queda ahí! Y es que una productora de Hollywood está valorando convertir el libro en una película. ¿La veremos pronto en la gran pantalla?