Koko, la maravillosa gorila que enamoró al mundo por su facilidad para aprender y comunicarse con la lengua de signos, nos ha dejado con 46 años.
Koko rompió completamente con las barreras de la comunicación
La inteligencia de algunos animales hace años que dejó de sorprendernos, pero con Koko se superaron las expectativas. Ella era la única gorila con la capacidad de comunicarse con el lenguaje de signos, convirtiéndose en todo un icono y en embajadora de su especie.
Koko nació el 4 de julio de 1971 en el zoológico de San Francisco y desde muy pequeña dejó a todo su entorno muy impresionado por su gran capacidad de aprendizaje.
Junto a la experta en lenguaje de signos J. Monroe y la investigadora F. Patterson aprendió rápidamente el lenguaje de signos y gracias a él se comunicaba con las personas. Hasta tal punto llegó su conocimiento, que la gorila empezó a emplearlo en su propio zoológico, con el fin de informar a los visitantes que no tenían que darle comida.
Un gran legado sobre el aprendizaje emocional de los gorilas
Pero la vida de Koko no solo nos deja una impresionante muestra de la capacidad cognitiva de estos animales, sino que nos da una lección sobre su gran afectividad.
Y es que Koko, además de inteligente, era puro amor y sensibilidad y sabía transmitir sus emociones.
Por ejemplo, cuando murió su fiel amigo felino All Ball, tuvo una conversación con Patterson en la que expresó con signos las palabras ‘llanto’, ‘gato’ y ‘tengo pesar’.
También fue mundialmente conocida su triste reacción al enterarse de la noticia de la muerte del actor Robin Williams, con quien tenía una bonita amistad.
La gorila ha fallecido en su refugio de California mientas dormía y han sido innumerables las muestras de cariño que se han mostrado hacia Koko desde que la Gorilla Foundation lo comunicase.
Desde aquí deseamos que nunca se pierda su recuerdo ni todo lo que nos ha enseñado a la humanidad. ¡Descansa en paz, Koko!