Los gatos son animales exigentes con su dieta, ya te habrás dado cuenta si tienes uno como mascota. En ese caso, seguramente te hayas preguntado alguna vez si los gatos pueden comer atún o si el atún es malo para los felinos. La realidad es que para responder a esta pregunta hay que tener en cuenta algunos aspectos importantes y matices.
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Beneficios del atún para las personas
El atún es un pescado muy rico en nutrientes y beneficios para la salud humana. Estos son algunos de esos beneficios:
- Fuente de ácidos grasos omega-3, que son beneficiosos para la salud cardiovascular.
- Es una fuente de proteínas de alta calidad, esenciales para la construcción y reparación de los tejidos, y el funcionamiento adecuado de nuestro sistema inmune.
- Rico en vitaminas y minerales, como la vitamina B12, vitamina D, selenio, yodo y magnesio.
- Puede favorecer el mantenimiento de un peso adecuado. La razón es que es una fuente magra de proteínas, por lo que puede ser una opción saciante con un contenido calórico moderado.
- Favorece la salud de la piel, gracias a los nutrientes presentes en el mismo, como los ácidos grasos omega-3 o la vitamina D.
Sin embargo, aunque para nosotros es bueno, ¿a los gatos se les puede dar atún? ¡Veamos la respuesta!
Los gatos pueden comer atún: ¿sí o no?
Seguramente habrás visto a los gatos beber leche en imágenes de cine, en los cómics, etc. Pues bien, aunque es una idea muy extendida, no a todos los gatos les sienta bien la leche. Por esa razón, es importante tener en cuenta las necesidades nutricionales reales de cada mascota. Y lo mismo sucede con el pescado. ¿El pescado es bueno para los gatos?
Los felinos son animales carnívoros, por lo que su dieta debe estar basada en proteína animal, la cual puede proceder de la carne o del pescado.
En libertad, los gatos cazan y comen diferentes presas: roedores, reptiles, aves e incluso peces. Así que sí, los gatos pueden comer pescado y además, es beneficioso para ellos,
Por esa razón, si te preguntas si los gatos pueden comer atún, la respuesta es sí. No obstante, es importante tener en consideración ciertos aspectos.
Cómo le doy atún a un gato
Si le quieres dar a probar atún a tu gato, te recomendamos que sigas estos consejos:
- La mejor opción es darle atún fresco. Es la alternativa más saludable, ya que permite que se conserven al máximo los nutrientes y que no presenten problemas por la inclusión de aditivos.
- Es mejor cocinarlo a dárselo crudo, puesto que así se evita la presencia de bacterias. Puedes hacerlo hervido, al vapor, a la plancha o al horno, sin sal ni especias. No es necesario cocinarlo en exceso.
- Quita las espinas antes de darle el atún al gato.
- Desmenuza o corta en pequeños trozos.
- No te excedas en la cantidad, pues si forma parte de la dieta del día, debes garantizar que tu mascota no coma de más.
Beneficios del atún para los gatos
Ya hemos visto que, proporcionado de forma correcta, el atún es bueno para los gatos. Pero, ¿qué beneficios específicos tiene para ellos? Lo cierto es que estos se asemejan a los de los humanos:
- Tiene un alto contenido en proteínas y ácidos grasos omega-3 y 6.
- Contiene vitaminas, minerales y grasas poliinsaturadas.
- Gracias a lo mencionado, el atún favorece el correcto funcionamiento del organismo del animal, mejora su sistema cardiovascular e inmune, su piel, su pelaje y ayuda a reducir la inflamación.
¿A los gatos se les puede dar atún enlatado?
Como sabes, en el mercado se puede encontrar atún en diferentes presentaciones. Una opción es el atún fresco, pero también lo hay en conserva, con tomate, en escabeche, en aceites vegetales o al natural.
Debes saber que el proceso de enlatado supone la pérdida de nutrientes, por lo que se estarían eliminando parte de los beneficios nutricionales que este aporta. Además, una adición de aceites, sal y otros ingredientes puede afectar a la salud de tu mascota. Por ejemplo, la sal es perjudicial para los gatos y más si es en exceso.
Así que si te preguntas si a los gatos se les puede dar atún enlatado, la respuesta es que lo mejor es no optar por ello. Sin embargo, de hacerlo, debe ser de forma puntual, en pequeñas cantidades y los formatos de atún enlatado al natural o en aceite.
Pero, sin duda, una mejor opción en caso de querer dar atún enlatado a los gatos es escoger las latas de atún diseñadas específicamente para este animal, de venta en tiendas de alimentación para mascotas.
Atún para gatos: contraindicaciones
Ya sabemos que los gatos pueden comer atún, pero dárselo con demasiada frecuencia, puede resultar en problemas de salud para tu mascota peluda.
Por ejemplo, el aceite y la sal del atún enlatado pueden ser perjudiciales, así como un exceso de grasas, que puede conducir al sobrepeso y la obesidad felina.
Además de esto, hay otro problema real: su contenido en mercurio. El mercurio es un contaminante que se encuentra en los peces, el cual no se elimina del organismo, sino que se acumula. Por eso, en peces de mayor tamaño y con una esperanza de vida más prolongada, como el atún, hay concentraciones de mercurio muy altas.
A largo plazo, la exposición al mercurio puede ser muy perjudicial para tu gato, afectando a su sistema nervioso, principalmente. Por ello, es esencial no excederse en las porciones y limitar la frecuencia con la que se ofrece al animal.
Por otro lado, el atún contiene una enzima que afecta a la vitamina tiamina. Si tu felino lo consumiese demasiado, podría provocar la carencia de esta vitamina, traduciéndose en diferentes signos clínicos.
Efectos secundarios del atún en gatos
Aunque a los gatos se les puede dar atún, ofrecérselo de manera incorrecta puede causar daños en el animal.
Por ejemplo, un exceso de ingesta de atún en aceite puede causar kilos de más, mientras que consumir mucha sal puede provocar hipertensión y problemas renales.
Estos serían problemas a largo plazo, pero es importante observar el comportamiento de tu gato tras comer atún para ver si se da algún cambio. Si notas signos de malestar gastrointestinal, como diarrea o vómitos, no le des más atún y acude a un veterinario.
El atún puede ser un premio delicioso para tu mascota, pero siempre que lo ofrezcas con moderación y con precauciones. Además, antes de ofrecerlo, lo ideal es que consultes con un veterinario, ya que si tu mascota padece alguna enfermedad, podría estar contraindicado incluirlo en su dieta.
