Para un niño puede resultar muy complicado ser diferente. Carter Blanchard, un niño de 8 años, tiene una enfermedad de piel llamada vitíligo. Estaba muy acomplejado por su apariencia tan distinta al resto, pero algo le hizo cambiar la visión de sí mismo.
Una vez más, nos encontramos con una historia en la que un perro jugó un gran papel en la vida de alguien. Ya conocimos a Rowdy, el perro con vitíligo que ayuda a muchos niños con esta misma enfermedad… ¿Quieres conocer una de las historias?
Carter no apreciaba su apariencia
El vitíligo es una enfermedad autoinmune en la que el cuerpo deja de producir melanina, por lo que hay algunas zonas de la piel que pierden el pigmento y se ven como lesiones blancas.
El pobre Carter odiaba su rostro… Su madre reconoció que «la cara de Carter estaba sufriendo cambios muy rápidamente».
Lo primero que me dijo era que odiaba su cara y su aspecto.
Ante esta situación, parecía imposible enseñar al niño a apreciar su apariencia. ¡Hacía falta un milagro!
Rowdy le cambió la vida
¿Os imagináis lo que pasó después? El milagro llegó en forma de un perro de 13 años.
Ya conocimos esta enfermedad en Rowdy, el perro más famoso de las redes sociales. A pesar de que es un labrador negro, tiene dos manchas blancas alrededor de los ojos… ¡Y le hacen demasiado adorable! Ha conquistado a todo Internet.
La madre de Carter descubrió a Rowdy y se quedó impactada.
Cuando se lo enseñé a Carter, estaba contentísimo de ver a un perro famoso por su enfermedad de vitíligo.
Cuando el perro y el niño se conocieron, su madre reconoció que se dio cuenta de que eso no iba a ser cosa de un día. «Ya eran familia». Tras esta amistad inesperada, Carter se ha vuelto mucho más seguro de sí mismo y ha aprendido a apreciar su condición distinta a los demás.
En Wakyma lo tenemos claro: la capacidad de los perros para más felices a las personas nunca dejará de sorprendernos. ¿Conoces alguna otra historia?