Los perros pueden sufrir diversos problemas en sus caderas. En este caso, hablaremos de la luxación de cadera en perros, los motivos que la pueden producir y los síntomas que pueden ayudar a detectarla tempranamente para evitar que la situación se agrave.
¿Qué es una luxación de cadera en perros?
La luxación de cadera en perros se produce cuando la cabeza del fémur se sale del acetábulo, es decir, la parte cóncava de la articulación, produciéndose así una dislocación de la articulación de la cadera.
Es una lesión bastante importante que afecta a la capacidad de movimiento del perro.
Sin embargo, esta no se produce por casualidad.
Para ello, hace falta ejercer una gran fuerza, con lo cual, solo se produce debido a un fuerte golpe, como una caída a gran altura, en mala posición o un atropello.
Cómo detectar la luxación de cadera en perro
Como decíamos, este problema se presenta después de que el perro haya sufrido un traumatismo fuerte.
Si este es el caso, acudiremos de inmediato a un centro veterinario, ya que a veces los problemas provocados por un golpe no son todos visibles a priori.
Si no has presenciado el golpe, pero tu perro se queja de dolor cuando intenta caminar o ves que sus patitas se encuentran desviadas hacia fuera o hacia dentro (depende del lugar hacia el que se produzca la luxación), impidiéndole moverse con normalidad, podría tratarse de una luxación de cadera.
También puede pasar que la gravedad de la luxación de cadera en perros haga que el can no pudiese caminar de ninguna forma.
Además de esto, es importante saber que la luxación de cadera en perros puede aparecer en cualquiera de ellos. Sin embargo, los peludos que presentan displasia de cadera tienen mucha más propensión.
Detección y tratamiento de la luxación de cadera en perros
En el centro veterinario, tu perro será sometido a diversas pruebas para confirmar que se trata de una luxación de cadera y si esta ha provocado más daños de los que, a simple vista, podrían ser.
Para ello, realizarán las radiografías que consideren necesarias, ya que el accidente puede haber provocado daño en otros huesos que no sean la cadera.
Del mismo modo, pueden llevar a cabo análisis de sangre para detectar infecciones o hemorragias producidas por el traumatismo.
El perro con esta lesión normalmente es sedado, ya que al dolor de la propia luxación se le sumará el de la manipulación cuando se le está tratando.
El tratamiento de la luxación de cadera en perros va a depender del grado de gravedad de la lesión, la edad del perro y su salud.
Teniendo en cuenta esto podría llevarse a cabo:
- Una intervención quirúrgica donde se le colocaría un implante en la cadera para dar soporte a la articulación o una operación total de cadera.
- Sin pasar por un quirófano, la solución sería inmovilizar la cadera para que poco a poco recupere su estado normal.
Además de esto, el veterinario recomendará medicamentos para el dolor que pueda sentir el perro, así como antiinflamatorios.
Otras recomendaciones a seguir podrían ser:
- Tras un postoperatorio, el reposo absoluto del perro.
- Sesiones de fisioterapia una vez el perro se esté recuperando, ya que la lesión puede dejar secuelas en el movimiento del can y un fisioterapeuta canino puede ayudarle a mejorar.
Esto, junto con tu vigilancia para que el perro no haga movimientos bruscos, dé saltos grandes o corra a gran velocidad, ayudará a que tu mascota se recupere y tenga una calidad de vida adecuada.