Te vas a casar y quizás te estés planteando: «si por compromiso tengo que invitar a familiares lejanos que no veo hace siglos, ¿como no voy a querer que esté mi perro en mi boda?». Y es que es normal, nuestro perrete es un amigo fiel y parte de la familia. ¡Te damos algunas claves para que tu peludo os acompañe en ese día tan especial!
Consideraciones previas para tener a mi perro en mi boda
Antes de aventurarte a presentarte en la ceremonia con tu mascota, deberías pararte a pensar en varias cuestiones para que el asunto no se complique.
1. Mi perro está educado
Estamos seguros de que es un día muy importante para ti y que no te apetece estar llamando la atención a tu perro porque está levantando la patita en el altar antes de dar el sí quiero.
Es esencial que tu perro esté educado y conozca la reglas básicas de comportamiento si quieres que esté presente en tu boda.
2. Ha socializado correctamente
Puede ser que tu perro sepa perfectamente que no debe hacer sus necesidades en otro lugar que no sea la calle o que no se roba comida de las mesas, pero, ¿ha socializado correctamente?
De no ser así, el verse en un ambiente nuevo, rodeado de gente desconocida, puede dar lugar a situaciones muy incómodas.
3. Es un peludo sano
Del mismo modo, si quiero tener a mi perro en mi boda, debo plantearme su estado de salud.
Y es que hay enfermedades que padecen los perretes como la ansiedad, el estrés o alguna dolencia física, que requieren de reposo y tranquilidad. En esos casos, que esté presente el día de nuestra boda, por mucho que nos duela, no es lo adecuado para ellos.
4. Permiten su entrada
Esencial. Si no vas a celebrar la boda en un lugar de tu propiedad, antes de plantearte cualquier otra cuestión, debes asegurarte de que permitirán el acceso a tu perro.
Si para ti es más importante que el peludito os acompañe que el lugar de celebración, ¡no desistas! Hay muchos lugares que sí lo permiten, aunque tendrán muy en cuenta lo anteriormente mencionado (educación, socialización y salud).
5. Asígnale un cuidador
¿Todo está O.K. y tu perro puede ir a tu boda? ¡Enhorabuena! Ahora tienes que buscar a alguien que se haga cargo de él.
Claro, piénsalo. No vas a poder estar pendiente de él cada segundo, vas a tener cositas más importantes en las que centrarte ese día.
Por ello, aunque tu perro te acompañe al altar o esté entre los invitados, debes acordar previamente con un amigo o familiar la responsabilidad de hacerse cargo de él.
Lo ideal es que sea alguien muy cercano al perro, que ya conozca y con quien tenga muy buena relación. ¡Todo será mucho más fácil!
Además, esa persona debe tener a mano todo lo necesario para tu mascota: collar, correa, bolsitas para heces, cuencos, agua, comida… ¡incluso su juguete favorito, por si en algún momento lo necesita!
De todas formas, debes saber que hay empresas que se dedican a cuidar de las mascotas durante las bodas. Así que si te lo puedes permitir, puedes dejarle esa responsabilidad a ellos y que se encarguen de todo ese día.
6. Plantéaselo a tu wedding planner
Si has confiado la responsabilidad de la boda a un profesional, plantéale desde el primer minuto la idea de que el peludo esté presente.
Esa persona te puede ayudar en los trámites y con todas las ideas de participación de tu mascota en el enlace.
7. Asegúrate de que no va a haber conflicto con los invitados
Aunque te haga mucha ilusión que tu peludo esté en tu boda, piensa también en los invitados.
¿Conoces casos de alergia o de miedos entre ellos? Ten muy en cuenta esto, no vaya a ser que su presencia cause situaciones muy incómodas.
¿Qué puede hacer mi perro en mi boda?
No solo me vale que esté mi perro en mi boda. ¡También quiero que tenga un papel importante!
¡Pues claro que sí! Ya que hemos llegado hasta aquí, si tu perro puede tener algún papel relevante en la boda, ¡mejor!
Veamos algunas de las funciones que puede tener mi perro en mi boda.
1. Esperando en el altar
¿Qué tal si tu perrete espera en el altar? Si eres quien va a llegar en última posición, te hará mucha ilusión ver a tu pareja junto a tu mascota esperándote para el gran momento.
Y si es al contrario y eres tú quien espera en el altar, ¡tendrás una compañía inmejorable!
2. Tu compañía hacia el altar
¿Y si te acompaña hasta el altar? En lugar de esperarte en él, puede ir a tu lado caminando.
Y no tienes por qué dejar de lado a tu padrino o madrina: puede ir una persona a un lado tuyo y tu perrete al otro.
3. Que lleve los anillos
Si tu perro está bien educado, le puedes dar una de las misiones más importantes: ¡que os entregue los anillos!
Podéis hacerle coger una cesta con su boquita donde estén las alianzas o prepararle un anexo muy liviano en su collar donde lleve la cajita.
4. Recibiendo a los invitados
¿Tu peludo es de esos que se quedan inmóviles cuando están tranquilos y no dicen que no a una buena caricia? ¡Entonces puede sentarse en la entrada de la boda a recibir con esa presencia tan adorable a los invitados!
5. Animando las fotos
Si tu perro ha acudido a tu boda, ¡no puede faltar en tus fotos!
No solo te servirá como un recuerdo precioso, sino que estamos seguros de que habrá más de una instantánea que os provocará muchas carcajadas.
Si haces una sesión pre boda, tampoco puede faltar en ellas. Y lo mismo si os hacen fotos mientras os preparáis para el gran momento.
¡Imagina que el ladronzuelo te intenta robar un zapato y el fotógrafo capta tu cara y su intención en el momento preciso! En ese instante no te hará gracia, pero cuando veas la foto pasado un tiempo, seguro que te ríes un rato.
6. ¿Y si os ayuda con el vídeo nupcial?
Además de un vídeo grabado por un profesional, puedes hacer que tu perro os ayude a tener un vídeo de vuestra boda. ¿Cómo?
Coloca un arnés especial y una pequeña cámara tipo GoPro. Obviamente, no se la dejes puesta toda la boda para que no se sienta incómodo, pero será muy curioso ver la ceremonia desde la perspectiva de vuestro perrete.
7. De paseo en el coche nupcial
¿Y qué tal si cuando os subáis en el coche de bodas, os acompaña vuestro perro?
Será una imagen muy divertida veros a los tres en el coche. Especialmente si os vais a dar un beso de recién casados y sentís un lametón en vuestras caras.
8. Un lugar cerca de la mesa
Vale, hasta aquí estamos de acuerdo en que tu perro es un invitado muy importante en vuestra boda con un papel protagonista, pero hay cositas en las que debes poner límites.
Por ejemplo, no va a estar bien que tenga una silla en tu mesa. No es muy higiénico y, además, si has educado a tu perro correctamente, sabrás que no es para nada adecuado.
Lo mejor es que el perro coma en un lugar apartado del resto de invitados y de los platos de las personas.
Sin embargo, si quieres que esté cerca, acondiciona un lugar cerca de vosotros para que descanse en él.
8. ¡Que no falte en la tarta!
Si tu peludo ha tenido un papel protagonista durante tu boda, ¡no puede faltar junto a ti y tu pareja en la figurita de la tarta!
Eso sí, la tarta como tal está PROHIBIDA para tu mascota. Si quieres que tu perro disfrute también de una pequeña ración de pastel, no te olvides de comprar uno específico para perros.
¿Visto a mi perro en mi boda?
Ahora que ya tenemos bastantes cositas claras, la siguiente cuestión puede ser: ¿visto a mi perro en mi boda?
Pues bien, va a depender de varios aspectos.
Es verdad que queda precioso ver a tu perro con esmoquín o a tu perrita con un vestido, tan elegantes como el resto de invitados, pero en su caso debes pensar en su comodidad.
Para empezar, ten en cuenta la temperatura que haga ese día. Si es una jornada muy calurosa, vestirlos no es una buena idea.
También debes tener en cuenta si tu mascota está acostumbrada o no a llevar ropa. Si nunca la ha llevado, quizás no sea el mejor día para probar.
Lo que puedes hacer, es ponerle un detalle que nos le moleste del todo. Por ejemplo, una corbata o pajarita o un lacito a ellas. Puedes «agregarlos» simplemente a su collar habitual, para que no les resulte del todo desconocido.
Otra opción es intentar vestirlos solo para las fotos y luego liberarlos de vestimentas. Recuérdalo: ¡piensa en su comodidad!
¿Todo listo para el gran día?