Cada vez son más los que afirman que la canoterapia o terapia con perros es la solución perfecta frente a ciertas enfermedades o situaciones para personas de cualquier edad. Vamos a ver en qué consiste y sus grandes beneficios.
Qué es la canoterapia
La canoterapia es una forma de terapia con perros donde se busca trabajar la rehabilitación de personas (niños, jóvenes, adultos o ancianos) con algún tipo de discapacidad física, mental o problemas emocionales.
Para ello, se emplean perros entrenados según lo que se quiera trabajar con el fin de que estimulen la motivación y participación del paciente en diferentes actividades que le ayudarán en su mejora.
Las raza más comunes para ello suelen ser el Labrador y el Golden Retriever, pero según su función pueden intervenir otras muchas razas.
Lo importante es que el can de terapia esté adiestrado, no solo para cumplir su labor de ayuda, sino para aguantar situaciones incómodas para él como algunos ruidos o que le toquen zonas de su cuerpo sensibles, como orejas, cola u hocico. ¡El comportamiento de estos perretes para canoterapia debe ser ejemplar!
Cómo surge la canoterapia
La canoterapia surge a partir de los años 70 del pasado siglo, cuando una enfermera llamada Elaine Smith comprobó cómo sus pacientes reaccionaban maravillosamente a la visita del Golden Retriever que siempre acompañaba al capellán.
Fue ahí cuando se dio cuenta de lo bueno que podría ser trabajar con perros en la recuperación física, mental o emocional de las personas. Por ese motivo empezó a estudiar psicología canina y fundó el primer programa para entrenar a perros destinados a la terapia.
Beneficios de la canoterapia
Según el problema para el que se trabaje con perros de terapia se puede hablar de unos beneficios más concretos u otros, pero a grandes rasgos, los beneficios de la canoterapia son:
- Estimulación del sistema inmunológico y el hormonal.
- Aumentar la relación y contacto con un perro favorece el facilitar posteriormente la relación con otras personas. Esto es ideal para gente tímida o personas con autismo.
- Se reduce el estrés y los síntomas depresivos.
- Al trabajar con un animal, este hace de «intermediario» entre terapeuta y paciente, rompiendo esa barrera entre ambos y favoreciendo el trabajo.
- Fomenta el desplazamiento y el movimiento, ayudando en posturas, desarrollo muscular, etc.
- Favorece la atención sobre algo en concreto. Por ejemplo, en Perros y Letras trabajan para aumentar la motivación de los niños hacia la lectura al introducir perros que han sido entrenados para escuchar a los peques mientras estos leen.
¡Sin duda, nuestros mejores amigos peludos son nuestra mejor terapia!