Una de las decisiones que deberás tomar como dueño de un gato es si lo vas a castrar. La castración felina tiene muchas ventajas que te iremos mencionando a lo largo de este artículo. ¡Te invitamos a que las descubras!
¿En qué consiste la castración en los gatos?
La castración felina, al igual que la castración canina, consiste en una intervención quirúrgica donde al macho se le extirpan los testículos y a la hembra los ovarios o los ovarios y el útero. De esta manera se vuelve imposible procrear.
No suele ser un operación que presente complicaciones, pero siempre la debe llevar a cabo un profesional en el centro adecuado.
Una vez sepas lo que es, te puedes preguntar cuándo es el momento perfecto para castrar a tu gato.
Pues bien, en este tema siempre hay controversia y la opinión varía según cada profesional. Sin embargo, la opción predominante sigue siendo que se lleve a cabo a los 5 o 6 meses de edad, antes de que el gato alcance su madurez sexual.
Hay otros profesionales que recomiendan la castración felina cuando el gato aún es cachorro, pero esto puede traer consecuencias en su posterior desarrollo. Por eso sigue siendo más común la opinión veterinaria anterior.
Ventajas de la castración felina
Como hemos dicho, la castración felina trae consigo múltiples beneficios.
Uno de ellos es evitar las camadas no deseadas, causa principal del abandono de animales.
Pero es que además, la castración en los gatos le aporta a tu mascota grandes beneficios para su salud.
En el caso de los gatos machos, al castrarlos desaparece la posibilidad de sufrir cáncer de testículos y tendrá muchas menos posibilidades de padecer cualquier enfermedad provocada por la testosterona.
En las hembras se elimina el riesgo de aparición de un cáncer de ovarios o de útero y otras enfermedades relacionadas con ellos o con las hormonas, como los embarazos psicológicos o el cáncer de mama.
Pero es que además, al reducir excesivamente la producción de hormonas sexuales, también se verá un gran cambio relacionado con el comportamiento.
Las gatas no tendrán tanto interés en el gato y su carácter se amansará.
Por su parte, los machos pierden bastante ese comportamiento territorial y de marcaje, se reduce la ansiedad sexual y, por lo tanto, disminuye la agresividad hacia otros gatos (evitando peleas, mordiscos y, por tanto, transmisión de algunas enfermedades como el SIDA felino) y la necesidad de vagabundear por las calles en busca de hembra.
Recuperación y cuidados tras la castración felina
Tras una castración felina, si todo ha ido bien, lo normal es que tu gatito pueda volver a casa el mismo día. Eso sí, ¡deberás vigilarle durante un tiempo!
Recuerda que acaba de pasar por quirófano y puede tener puntos, especialmente las hembras, así que para empezar, tu gato deberá permanecer en una zona tranquila de la casa, sin sobresaltos.
Debes vigilar que no camine en exceso, ni salte sobre muebles. Y sobre todo, lo más aconsejable es que no pise la calle durante esos primeros días para evitar infecciones.
Las incisiones que se realizan a los machos no suelen llevar puntos de sutura, pero la intervención de las hembras sí los requiere. En cualquiera de los casos deberás asegurarte de que se están curando bien las heridas y que no hay inflaciones o pus. ¡Si ves algo raro, acude al veterinario inmediatamente!
La recuperación de los gatos suele ser mucho más rápida que la de las gatas, pero en ambos casos es bueno que los controles. Lo recomendable es que cuando salgan del centro veterinario lleven un collar isabelino o campana para evitar que se laman la zona. Sabemos que les es muy incómodo, ¡pero toda precaución es poca!
La alimentación tras la castración
Por último, pero no menos importante, deberás cuidar la alimentación de tu mascota castrada.
Tras una intervención de este tipo, los gatos suelen necesitar menos aporte calórico en su dieta, ya que se vuelven un poco más sedentarios. Esta es una de las causas que producen el sobrepeso en gatos castrados o esterilizados.
Recuerda que siempre hay que proporcionarle a nuestra mascota el alimento apropiado para sus necesidades y en este caso, continuar con la misma comida que antes de la operación es un error y puede causar obesidad.
¡Consulta con tu veterinario cuál es la mejor opción de alimento para tu gato!