En 2014, Alain Laboile necesitaba una cámara para completar su portfolio de escultura. Cuando se hizo con ella, su gran pasión por la entomología (la parte de la zoología que estudia los insectos) le hizo percatarse de que tenía un don para la fotografía. ¿Y qué mejor que utilizar ese arma para captar los momentos más cotidianos de su familia?
Alain Laboile y sus seis hijos no viven como el resto de habitantes de la vida moderna. Él mismo describe a su familia como atípica: tienen una vida rural y completamente inmersa en la naturaleza. En su casa, en lugar de móviles y ordenadores, están rodeados de animales de todo tipo. Según Laboile, vive en un mundo al margen de los convencionalismos donde sus hijos pueden explorar el mundo que les rodea.
Las fotografías que toma en blanco y negro llevan al observador a un espacio atemporal que hacen que sintamos a los animales y a la naturaleza que rodea a su familia de forma casi real. ¿Te las vas a perder?
Burdeos, Francia