Cuando un gato llega a nuestra vida, entre los cuidados que debemos brindarle están las vacunas. La vacuna triple felina o trivalente felina le va a proteger frente a ciertas enfermedades muy infecciosas. ¡Te hablamos de ella!
¿De qué protege la vacuna triple felina o vacuna trivalente felina?
Como hemos dicho, esta vacuna es muy importante ya que va a proporcionar protección a tu gato frente a tres de las enfermedades más temidas que afectan a estos animales. Estas enfermedades son: la panleucopenia felina, la rinotraquítis felina y el calcivirus felino.
Si dividimos las vacunas que necesita un gato entre prioritarias y secundarias u optativas, podemos afirmar que la vacuna trivalente felina estaría entre las prioritarias.
¿Cuándo aplicar la vacuna triple felina?
Cuando lleves por primera vez a tu gato al veterinario, este te explicará qué vacunas necesita tu mascota y cuándo deberían aplicarse.
Normalmente, esta vacuna se suele aplicar en los gatitos cuando tienen 2 meses de edad, administrando un refuerzo de la misma 3 meses después.
No se suele administrar antes, ya que normalmente los gatos aún se amamantan de su madre y los anticuerpos presentes en esta leche podrían neutralizar los efectos de la inyección.
Por otro lado, dejar pasar mucho más tiempo después de los 2 meses podría suponer un gran riesgo de contagio, ya que, por ejemplo, la panleucopenia felina es bastante más agresiva en los gatos menores de un año sin vacunar.
Las enfermedades de las que protege
La vacuna triple felina es tan importante porque aún no existe un tratamiento concreto para curar las enfermedades de las que protege, solo tratamientos de mejora de los síntomas que provocan.
A continuación, te hablamos un poco más de las enfermedades que intenta prevenir esta vacuna.
Panleucopenia felina
Se trata de una enfermedad altamente contagiosa, producida por la acción de un parvovirus que puede permanecer activo en el entorno durante un año.
La contracción de la panleucopenia felina se realiza por contacto directo con heces u objetos del animal infectado, pero también por contacto indirecto. Basta estar en un ambiente contaminado por el virus o tener relación con una persona que haya estado junto a un gato enfermo y no ha tomado las medidas de higiene necesarias después (lavarse las manos, la ropa…).
Los síntomas principales que reflejan esta enfermedad son la anorexia, los vómitos y la diarrea con sangre, que provocan una deshidratación severa.
No existe cura para la enfermedad, solo un tratamiento de apoyo. La mejor forma de evitarla es prevenirla con la vacuna triple felina.
Rinotraqueítis felina
Otra enfermedad muy contagiosa y sin cura. Basta un estornudo de un gato contagiado cerca de uno sano para pegarle la enfermedad, pero también se traspasa por contacto con sus lágrimas o saliva.
La rinotraqueítis felina es una afección de las vías respiratorias altas que acompañará al gato enfermo de por vida.
Sus síntomas principales son los estornudos constantes, el lagrimeo, mucha mucosidad nasal, fiebre, apatía y tos, entre otros.
Calcivirus felino
Otra enfermedad muy común y contagiosa que afecta también a las vías respiratorias superiores. De hecho, el calcivirus felino puede ser uno de los causantes de la rinotraqueítis felina.
El virus tiene la capacidad de mutar y adaptarse a diferentes entornos y aunque un gato haya pasado la enfermedad, puede darse el caso de seguir siendo portador de la misma aunque no presente síntomas.
Para su contagio hace falta tener contacto directo con objetos de un gato infectado o con sus fluidos (mocos, lágrimas o saliva).
Los síntomas del calcivirus felino son la mucosidad, la conjuntivitis, la pérdida de apetito, las úlceras en nariz y paladar y la fiebre, entre otros.
¡Ahora ya conoces los riesgos a los que se expone tu gatito si no se vacuna!