Gavel es un pastor alemán que trabajaba como perro policía, pero tenía una diferencia con el resto de sus compañeros. Tuvieron que «despedirle» porque era demasiado amistoso para ese trabajo. Tampoco le culpamos: en lugar de olfatear explosivos y capturar ladrones de la Policía de Queensland (Australia), este peludo estaba más interesado en un masaje en la barriga.
Encontró el trabajo perfecto para él
Aun así, este apuesto perrete no estuvo demasiado tiempo en paro. ¡En poco tiempo consiguió el papel adecuado para él! Simplemente tenía que hacer lo que más le gustaba en el mundo: ser sociable y encantador. ¿Adivinas en qué se convirtió? ¡En el perro vice-rey!
El gobernador Paul de Jersey conoció a Gavel por primera vez cuando era un cachorro de 10 semanas, ya que el perro iba a vivir en su residencia oficial durante su entrenamiento. Por tanto, cuando el político se enteró que el entrenamiento de Gavel se cancelaba por ser demasiado cariñoso, no se lo pensó dos veces: ¡Adoptó al perrete inmediatamente!
Además, Paul de Jersey se aseguró de hacer un contrato oficial que incluía los servicios de Gavel: dar la bienvenida a los visitantes y atender las ceremonias oficiales con un traje especialmente hecho para él. ¡Incluso le personalizó la firma en el contrato!
Eso sí, el pastor alemán también tiene sus momentos de olvidar los modales y hacer un poco el payaso. Pero él no podría ser más feliz… ¡Y su nueva familia tampoco!