La triste noticia saltaba a los medios hace unos días. Rubble, el gato más viejo del mundo y del que os hablamos cuando cumplió nada menos que 30 años, ha fallecido.
Rubble, un gato al que no le faltó de nada
Michele, su dueña, recibió a Rubble el día que esta cumplía 20 años.
Es cierto que los gatos son animales bastante longevos, pero seguro que Michele no se imaginaba que iba a pasar más de la mitad de su vida con Rubble hasta que este falleciera.
La clave para haber disfrutado del felino tanto tiempo es que, en palabras de la propia Michele, al no tener hijos, trató a Rubble siempre como si lo fuera.
En 2018, este gato se hizo famoso al hacerse virales las fotos de su 30 cumpleaños.
Aunque la noticia se hizo pública hace poco, Rubble había fallecido hace unos meses. Por lo tanto, Rubble nos dejó con 31 años, pero hubiese alcanzado los 32 este año en mayo.
Cuando cumplió 30, el gato presentaba algunos achaques típicos de la edad, pero estaba bien.
Sin embargo, en los últimos meses, Rubble había experimentado una gran decadencia: estaba muy delgado y casi no comía. Hasta que un día, salió a dar un paseo y ya no regresó.
La propia Michele reconoce que, a pesar de la pena, es todo un logro para un gato vivir tanto tiempo, siendo una compañía increíble durante poco más de tres décadas.
Aun así, lo curioso es que no llegó a superar el Récord Guinnes de gato más viejo del mundo.
Rubble era un felino de la raza Maine Coon que vivía en Exeter (Inglaterra). Él era considerado como gato más longevo vivo, inluso superó al Siamés de Texas que llegó a los 30. Sin embargo, el récord aún pertenece a Creme Puff, un felino de Texas que alcanzó los 38 años y 3 días de vida.
Al final los reconocimientos no importan. Lo importante es que Rubble vivió la vida larga y feliz que se merecía y partió cuando tuvo que hacerlo. ¡Mucho ánimo a su familia!