Claro que SIT, guapi

Claro que SIT, guapi

Cuando tienes un perro, seguramente te guste enseñarle a hacer cosas más allá de controlar sus ladridos o que no ataque. Además, cuando estás con gente es posible que te guste fardar de las cosas tan molonas que sabe hacer tu can. No hay de qué avergonzarse: a todos nos gusta presumir de nuestros logros. Sin embargo, es posible que lo único que sepa hacer sea lamerse sus partes (cosa que tú no sabes, por cierto).

Si acabas de tener un perro y quieres enseñarle a sentarse, si eres de esos que aún no le ha enseñado aunque tenga más años que tu bisabuelo, o si simplemente tu perro ha olvidado de lo que era sentarse como Peter Griffin en Padre de Familia, aquí encontrarás la salvación a tu problema con cuatro pasos muy simples para completar el deseado «Claro que sit, guapi».

 

1. Crea un ambiente de entrenamiento

No te impacientes. Sabemos que estás deseando retozar en el sofá para ver la tele, pero los perros, sobre todo los cachorros, se distraen fácilmente y les cuesta prestar atención. Así que tómatelo con calma y déjalo descansar de vez en cuando.

pongo tumbado

Elige un ambiente apropiado para el entrenamiento. Tu perro debe sentirse cómodo y libre de distracciones, así que mejor evita los espacios al aire libre. Una habitación sería el lugar ideal para ello. Y no te olvides de avisar al pesado de tu hermano, tu pareja, o compañero de piso que os deje en paz unos minutos para que el can no se distraiga.

¿Recuerdas las clases de tu colegio con ese profesor soporífero? Ahora eres tú ese profesor, así que no dejes que tus clases duren más de 10 minutos. Interpreta el estado de ánimo de tu perro para saber cuando tienes que dejarle descansar.

 

2. Capta su atención con una golosina

Lo primero y más importante para empezar es que captes la atención de tu perro. Párate frente a él para que se concentre en ti y te vea y escuche claramente.

¡Ahora es cuando llega el truco de las golosinas! ¿Te acuerdas de cuando tu madre te decía si no haces esto estás castigado? Pues esto es parecido, pero al revés. Con una motivación, tu perro te hará más caso.

golosina perro
Foto vía: Experto animal

Conclusión: las golosinas son el truco para que el entrenamiento funcione. Muéstrasela en tu mano para que el perro sepa que la tienes. Él sentirá curiosidad por cómo podrá conseguir esa cosa tan preciada y maravillosa, por lo que tendrás su atención.

 

3. Aprovecha los efectos perro-hipnotizantes de la golosina

Mantén la golosina cerca de su nariz, pero muévela para que la recorra con la mirada (sentirás que está hipnotizado por esa cosa de tu mano llamada comida). ¡Pero cuidado, no debe saltar para cogerla!

Baja la golosina cerca del suelo para que se siente poco a poco. Puedes incluso «empujarlo» suavemente para que se siente por completo. También puedes usar el truco en una esquina para que no pueda moverse hacia atrás y su primer instinto sea sentarse.

 

4. Pronuncia las palabras mágicas

Por fin lo has conseguido: tu perro se ha sentado. Ahora es el momento de decir «sit» o «sentado» (con voz firme, como si fueras una persona importante) y después darle su recompensa. Además, dile algo bonito (algo así como claro que SIT, guapi), o acaríciale para que comprenda que ha hecho algo bueno

refuerzo positivo para perros

En algún momento tendrás que dejar de darle golosinas. Sigue dándoselas durante una o dos semanas, hasta que poco a poco le empieces a dar menos a menudo (aunque tendrás que seguir elogiándole más tiempo). Con los días aprenderá a sentarse solo diciéndole «sit» sin necesidad de golosinas o elogios.

Eso sí, podrás seguir diciéndole Claro que sit, guapi cada vez que se siente.

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