A Michael y a su hijo les encanta ir juntos de acampada. Aunque han visitado muchos lugares, su sitio preferido es un pequeño lugar alejado del resto del mundo. El último fin de semana que fueron se toparon con algo completamente inesperado.
Una gatita abandonada
Cuando Michael y su pequeño llegaron a su lugar de siempre, descubrieron que había una gatita merodeando por allí completamente sola. Estaba esquelética, por lo que Michael pensó que la habían abandonado. Empezó a montar su tienda de campaña, pero su hijo no se quedó indiferente ante la pequeña gata. ¡Se hicieron amigos en cuestión de minutos! Al presenciar la escena, Michael sintió que el gato volvería con ellos a casa tras la acampada.
A pesar de que solo habían llevado comida para ellos, la familia no podía dejar a la gatita muriéndose de hambre, por lo que le dieron todo lo que pudieron compartir.
Cuando llegó la hora de irse a dormir, Michael empezó a oír ruido fuera de la tienda. Se levantó para investigar de dónde venía y de pronto se topó con algo inesperado: ¡había ocho pares de ojos mirándole! Se dio cuenta de que su nueva amiga era la madre de tres pequeños gatos.
«Ahora es una gata muy feliz»
Ante la situación, Michael y su hijo no se lo pensaron dos veces: tenían que llevarse a los gatos a su casa.
«Ahora es una gata muy feliz», escribió Michael en una página de ayuda para la familia de gatitos. «El gato tuvo que haber sido domesticado, ya que busca constantemente atención humana».
Finalmente, Michael y su familia decidieron adoptar a los cuatro gatos. Si no hubieran decidido ir de acampada ese fin de semana, seguramente los gatitos no hubieran sobrevivido. Ahora han encontrado una nueva famlia para siempre y les encanta su nueva vida. ¡Michael y su hijo no pueden estar más felices de haberles acogido como se merecen!