¿Crees que la convivencia entre perros y gatos no es posible? ¿Que siempre se van a llevar a matar? Es cierto que son especies animales muy diferentes, pero eso no significa que no puedan convivir en paz y armonía y ser buenos amigos.
Si tienes un perro y quieres adoptar un gato o viceversa, o si ya tienes en casa animales de las dos especies, ¡sigue nuestros consejos y se llevarán genial! Si los Simpson tienen un perro y un gato, ¡tú también puedes!
Consejos para mejorar la convivencia entre perros y gatos
Hay personas de perros y personas de gatos. Si tú estás enamorado de estas dos especies tan maravillosas y no eres capaz de elegir, ¡no te preocupes! Puedes tener las dos y vivir feliz. Sólo sigue los siguientes consejos y lo conseguirás.
1. Entiende que son especies diferentes
Cada especie, en su estado salvaje, se organiza de forma diferente. Los perros son animales de manada, mientras que los gatos son solitarios y no toleran que ningún animal ejerza de líder sobre ellos. Este hecho puede causar conflictos y dificultar un poco la convivencia entre perros y gatos en el hogar.
Por eso es importante que cada animal tenga su espacio. Si no, tu perro querrá estar por encima del gato en jerarquía, mientras que el gato sacará su instinto de territorialidad.
2. Presentar a los animales
En el momento en que el segundo animal llega a casa, es necesario que sean presentados de forma adecuada. Es importante elegir bien el momento, cuando ambos animales estén tranquilos.
Para elegir el momento adecuado, ten en cuenta que el animal que ya viva en casa es el que tiene preferencia, ya que va a ser quien vea a otro animal entrar en su territorio. Busca un momento en el que tu mascota (la que ya vive en casa) este tranquila, haya comido, bebido y mejor aún si está cansada.
También puedes realizar la presentación fuera de casa, en una zona neutral, para que no vea su territorio invadido por un extraño. Así luego entrarán a casa a la vez.
¿Cómo presentar correctamente a dos animales que van a convivir?
Para lograr que la convivencia entre perros y gatos sea perfecta, estos son los pasos que tienes que seguir al presentarlos:
- Corta las uñas al gato, así no hará daño al perro si reacciona mal y lo araña.
- No cojas al gato en brazos por el mismo motivo, podría arañarte si se pone nervioso.
- No tengas prisa: acércalos poco a poco, con paciencia, sin agobiar y observando muy bien cómo se comportan.
- Si reaccionan bien, deja que se conozcan a su ritmo y premia con una golosina sus buenos comportamientos.
- Por el contrario, si no se muestran tranquilos y no se toleran, diles con firmeza «no«. Sepáralos en diferentes habitaciones y vuelve a intentar el acercamiento a cada rato, despacio y sin asustarlos, hasta que lo consigas.
¿Cómo puedo conseguir que los dos estén tranquilos?
- Si ambos reaccionan mal y la situación es complicada, es posible que necesites ayuda.
- Busca una habitación amplia y lleva allí las camas de los dos perros, pon una frente a otra. Deja la puerta abierta, si no, podrían agobiarse. No tienen que sentirse «presos» con el otro animal.
- Dedicaos tú y tu ayudante a un animal cada uno y dedicadles juegos, haced que se distraigan y relajen.
- Así, poco a poco, empezarán a acercarse con tranquilidad, al menos a tolerarse.
- Si no lo consigues el primer día, necesitarás que tengan su cama y sus cosas cada uno en una habitación durante unos días, hasta que se acostumbren el uno al otro y empiecen a acercarse por iniciativa propia.
- Si no te ves capaz, la situación se alarga demasiado o crees que necesitas ayuda, no dudes en acudir a un profesional.
3. La convivencia entre perros y gatos, más fácil cuanto más temprana
Cuanto antes empieces a educarlos para vivir juntos y te esfuerces en que tengan una buena relación, más fácil será conseguirlo.
Trabaja con el refuerzo positivo y dales a tus mascotas un ambiente feliz y relajado. Si haces que se sientan cómodos, se harán buenos amigos muy pronto. ¡Los perros y gatos pueden ser muy buenos amigos!
4. Separa sus comidas
Aunque puedan llevarse bien, no olvides que tanto los perros como los gatos son animales depredadores y además muy territoriales. La comida puede ser motivo de disputa si uno de ellos ve que el otro se la come o que les invade lo que es suyo.
Con el tiempo, si se hacen buenos amigos, no necesitarás prestar atención a esto, pero al principio es importante que les des su comida en habitaciones diferentes y sobre todo, ¡no dejes que se coman la comida del otro!
5. ¡Que no les falten juguetes!
Es importante que los dos tengan varios juguetes a su disposición. Si existe desequilibrio, desarrollarán celos por los juguetes del otro y sacarán sus instintos.
El perro es un animal muy social y es posible que quiera coger los juguetes del gato, bien sea para jugar con él o para llamar su atención. El gato, en esta situación, se mostrará territorial. Por eso es necesario que los dos tengan juguetes, para que no se sientan tentados a coger los del otro, o que si los cogen, este otro tenga más con los que entretenerse y que no le importe «prestárselos».
Además, los dos, si sienten que tienen sus propios juguetes, ese sentimiento de pertenencia les hará relajarse y ver que forman parte del hogar, que no son menos importantes que el otro.
Y tu, ¿quieres mejorar la convivencia con tu mascota?