¿Sabías que más de la mitad de las perras no esterilizadas llegan a sufrir algún embarazo psicológico? Esto significa que la perra cree estar embarazada sin estarlo, ¡incluso se producen cambios fisiológicos en su cuerpo propios del embarazo! No es una enfermedad, sino un desajuste hormonal. Hablamos de todo lo que necesitas saber sobre el embarazo psicológico en perros.
Qué es el embarazo psicológico en perros
Este desajuste hormonal de las perras suele aparecer tras el celo, y es un falso embarazo. A pesar de no estar embarazada, tanto la perra como su cuerpo experimentan cambios propios del embarazo: el vientre se hincha, las mamas se inflaman e incluso producen leche… ¡sin haber cachorros!
El embarazo psicológico en perros suele alterar el comportamiento, ya que se suelen encontrar más inquietos y nerviosos, además de que eligen un muñeco o juguete al que cuidan como a su hijo y le preparan el nido. Una perra con embarazo psicológico puede mostrarse cansada, rechazar ir a pasear, llorar, destrozar o rascar todo compulsivamente e incluso tener síntomas de un parto que no llegará.
¿Por qué ocurre esto? Se cree que puede ser un mecanismo de supervivencia de la especie. En su estado salvaje, el hecho de despertar este instinto maternal en las perras puede provocar que se haga cargo de cuidar a una camada ajena, unos bebés cuya madre haya muerto o se haya ido. A los lobos también les ocurre, por lo que cuando una hembra tiene una camada, varias lobas de la manada pueden amamantarlos.
Tratamiento del embarazo psicológico en perros
Tras los primeros síntomas de embarazo psicológico, es muy importante acudir al veterinario. Si los síntomas son leves, es posible que no haga falta ningún tratamiento, bastará con intentar mantener a la perra ocupada y motivada con juegos y cariño, y la situación se normalizará poco a poco.
Cuando se trata de casos más graves de embarazo psicológico en perros, hay que tomar ciertas precauciones para intentar solucionarlo:
- No permitir que la perra se lama las mamas, para que deje de producir leche.
- Quitarle los juguetes que haya adoptado como sus hijos.
- Aumentar el ejercicio físico.
- Hacer que beba menos cantidad de agua para reducir la producción de leche.
Si la producción de leche es excesiva, el veterinario puede recetar un medicamento antiprolactínico para regular la hormona prolactina. En caso de que adopte comportamientos muy compulsivos y agresivos, podría necesitar tomar ansiolíticos, siempre bajo control veterinario.
Es normal que la perra esté decaída y triste, pero todo se solucionará cuando el embarazo psicológico desaparezca. Normalmente se va en aproximadamente 3 semanas.
¿Conocías el embarazo psicológico en perros? Es un problema que suele tener solución fácil, pero si lo quieres evitar, lo mejor es esterilizar a tu perra, especialmente si ya ha tenido algún embarazo psicológico anteriormente.