La pandemia mundial ocasionada por el coronavirus ha cambiado nuestras vidas sin avisar. Pero no solo nuestras rutinas se vieron perjudicadas, también las de nuestras mascotas. Por eso, ahora que poco a poco la «normalidad» se va abriendo paso, debemos preparar a nuestros fieles amigos de cuatro de patas para otro cambio sin que lo pasen mal.
Tips para que tu mascota no sufra con el desconfinamiento
Para la mayoría de nosotros han sido varios meses de cuarentena en los que nuestras mascotas se han convertido en las mejores compañeras de trabajo y de ocio casero.
Muchos perros y gatos se encontraron, de repente, muy acompañados por sus humanos y eso para ellos fue extraño. ¡Pero maravilloso!
Durante este tiempo se acostumbraron a tenernos cerca en todo momento y los canes vieron cómo sus personas favoritas no salían a la calle sin ellos.
Pero la «nueva normalidad» se va acercando en pequeñas dosis. Las fases de desescalada impuestas nos están dando un poco más de libertad. Muchos ya han retomado su jornada laboral fuera de casa y otros lo irán haciendo poco a poco. ¡Y esto nuestras mascotas lo notarán!
Puede llegar a pasar que tu mascota acabe sufriendo ansiedad por separación. Esto se se traducirá en diversos síntomas, como por ejemplo:
- Ladridos o maullidos continuos.
- Llantos.
- Nerviosismo.
- Destrucción.
- Cambios de comportamiento.
- Cambios en los hábitos de higiene.
Y esto entre otros. Por eso, te aconsejamos que sigas algunos pasos para que tu peludo no lo pase mal con el desconfinamiento.
1. Readapta las rutinas
Si por la situación cambiaste las rutinas de tu mascota, deberás empezar a readaptarlas poco a poco.
Al tener que estar en casa todo el tiempo, muchos modificaron las horas de comida o de paseo, aunque esto no es aconsejable, ya que los animales, especialmente los gatos, se estresan hasta con los pequeños cambios.
Sin embargo, si es tu caso, antes de volver a la completa normalidad, deberás ir volviendo a las rutinas antiguas para que el cambio no sea de golpe.
2. Empieza a poner límites
Trabajar con nuestro perro acostado a nuestros pies o con el gato al lado del teclado del ordenador ha sido bonito. Quizás un poco incómodo a veces, pero son nuestras mascotas y así las queremos.
Sin embargo, para que tu fiel amigo se vaya acostumbrando a no estar pegado a ti 24/7 debes comenzar a poner una puerta de por medio de vez en cuando.
Por ejemplo, cierra la puerta de la habitación donde estás trabajando y deja que la mascota se quede fuera. Sí, posiblemente al principio se quejará, pero poco a poco irá recordando que está en su hogar y que tiene el resto de la casa a su disposición.
Por supuesto, antes de dejarlo un tiempo fuera de tu vista, ponle agua fresca en su cuenco y deja sus juguetes cerca.
3. Haz que no pierda la motivación
Mientras que acostumbras a tu mascota al desconfinamiento para que no sufra, los momentos que dedicas a jugar con él puedes emplearlos a enseñarle juegos nuevos y trucos.
También puedes comprarle algún juguetito nuevo diferente a los que ya tiene. De esa manera se mantendrá entretenido con la novedad y recordando todo lo aprendido.
4. Sal con él y sin él
Desde el inicio de la cuarentena, una de las cosas que siempre ha estado permitida es sacar al perro a la calle. Es verdad que con limitaciones, pero se podía.
Ahora que ya tenemos un poco más de libertad para pasear, la recomendación que hacen los expertos es que sí, que obviamente saques de paseo a tu perro, pero que también realices paseos cortos (siempre respetando las normas) sin él.
Las salidas de tiempo escalonado son uno de los métodos más comunes para hacer frente a la ansiedad por separación de los perros y la ansiedad por separación de los gatos.
Esto consiste en hacer salidas sin tu mascota durante unos minutos e ir aumentando el tiempo que pasas fuera poco a poco.
Puedes empezar haciendo pruebas de pocos minutos sin alejarte mucho de la puerta de casa, solo para ver cómo reacciona al principio.
5. Aumenta progresivamente sus paseos
Refiriéndonos al punto anterior pero centrándonos solo en sus paseos, otra de las cosas que no debemos olvidar es que las limitaciones impuestas redujeron la actividad física de nuestro perro.
Por eso, desde la Real Sociedad Canina de España, se recomienda que en cada fase de la desescalada los paseos aumenten 15 minutos para evitar las lesiones, a la vez que se van introduciendo elementos como pelotas o frisbees.
6. No le grites ni castigues
Recuerda que tu mascota no lo pasa especialmente bien si te ve marcharte, sobre todo, si sufre ansiedad por separación. Por eso, nunca debes gritarle ni castigar si se pone nervioso, ladra o maúlla más de la cuenta. ¡Tienes que tener paciencia!
Es normal que tu mascota lo pase mal al principio, pero al verte volver siempre, poco a poco se acostumbrará.
