A veces los gatos no son todo lo cariñosos que nos gustaría. Tanto, que parece que nuestras mascotas no nos quieren. Por eso, si te dices «mi gato no me quiere, ¿qué hago?», te vamos a dar las posibles soluciones para que las apliques tomándotelo con calma.
Razones por las que tu gato no quiere estar contigo
Puede ser que tu mascota no se muestre siempre tan receptiva contigo cuando pretendes darles mimos.
Algunas de las razones por las que tu gato te puede rechazar, son:
- Te sobre limitas en las muestras de afecto hacia él.
- El gato te relaciona con una experiencia negativa. Por ejemplo, si le has castigado.
- No siente la suficiente confianza contigo y necesita conocerte mejor.
- El animal no se encuentra bien. Cuando los felinos no se sienten del todo bien, tienden a aislarse.
- Ha habido un cambio muy importante en su entorno y se siente estresado. Puede ser desde una mudanza, hasta la llegada de un nuevo miembro de la familia a casa.
- El animal no está recibiendo los cuidados adecuados.
Si sientes que tu mascota no te quiere o te rechaza continuamente, está claro que estás en el buen camino si quieres cambiar la situación, puesto que el primer paso es darte cuenta de que algo no va bien en vuestra relación.
Luego, lo mejor es que tengas en cuenta estos consejos.
Mi gato no me quiere: ¿qué hago?
Cuando se dé la circunstancia de que tu gato te rechaza, lo primero que debes hacer es pararte a identificar la posible causa que ha provocado ese distanciamiento en el animal.
En función de eso, podrás adecuar mejor los pasos a seguir para encontrar una solución. No obstante, hay cosas que deberás poner en práctica siempre.
Dale un tiempo de adaptación
Tanto si acabas de adoptar a tu gato, como si has hecho una mudanza o ha llegado una nueva mascota o persona a tu hogar, debes darle tiempo para que se familiarice con la nueva situación.
Los gatos viven tranquilos cuando sienten que todo su entorno está bajo control, por lo que un mínimo cambio (hasta la introducción de un mueble nuevo) les puede perturbar un poco.
Eso hará que el animal esté en estado de alerta continuo y mientras esté así, puede no tener ganas de mostrarse relajado, recibiendo mimos por tu parte.
Respeta su manera de ser
Hay otra cuestión fundamental a tener en cuenta si parece que tu gato no te quiere. Esta es respetar su personalidad.
Cada animal tiene su propia personalidad y puede ser que mientras un gato sea muy cariñoso y juguetón contigo, otro no lo sea tanto.
¡Pero eso no significa que no te quiera!
Aprende a relacionarte con él
Si lo que le pasa a tu mascota es que nunca ha terminado de sentir confianza hacia ti (bien por malas experiencias pasadas antes de llegar a tu vida, o bien porque esas malas experiencias se las provocaste tú), vas a tener que aprender a relacionarte con él de forma positiva.
Eso implica, por ejemplo, evitar los excesos, como forzarlo a que se acerque, jugar con él a todas horas o acariciarlo cuando no lo desea.
Evita ser tú quien siempre inicie todas las interacciones. Así, cuando lo haga él, sabrás que está mucho más receptivo y serán más eficientes tus caricias.
Si vas con calma, verás que poco a poco tu gato se va acercando más a ti, aceptándote.
Garantiza su bienestar
Si no le estás dando a tu gato lo que necesita, es imposible que sienta afecto por ti.
Más allá del cariño, que es fundamental, primero debes cubrir sus necesidades básicas: alimentación, higiene y seguridad.
Ofrécele a tu mascota una dieta sana y equilibrada, de calidad, así como agua limpia y fresca.
Además, debes proporcionarle una bandeja de arena donde pueda hacer sus necesidades y limpiarla con regularidad.
El animal debe vivir en un entorno tranquilo. No podrá mostrarse cariñoso si vive rodeado de gritos o de ruidos que le hacen querer escapar y esconderse continuamente. Si no se siente en paz, no querrá acercarse a nadie.
Enriquece su ambiente
Además de lo mencionado en el punto anterior, los felinos necesitan contar en su entorno con diferentes elementos que le ayuden a enriquecerlo.
Por ejemplo, puedes proporcionarle diferentes tipos de rascadores, juguetes y casetas para que se pueda refugiar.
Además, es importante que cuando se muestre receptivo al juego, aproveches para interactuar con él de manera divertida.
Eso fortalecerá vuestro vínculo de manera natural.
Chequeos veterinarios rutinarios
Cuidar la salud de tu mascota supone llevarlo al veterinario cada año (cada 6 meses a partir de los 6-7 años de edad).
Aunque a los felinos no les guste ir al veterinario, es esencial que un profesional les haga revisiones de salud para aseguraros de que todo está correcto.
Recordemos que una de las razones por las que tu gato te puede rechazar y hacerte creer que no te quiere es porque no se siente bien, por enfermedad o por algún dolor físico causado por accidentes.
¿Has tomado buena nota? ¡Seguro que en poco tiempo sientes que tu gato te adora!