¿Tu perrita espera bebés? El embarazo en perros es una grandísima responsabilidad para los dueños; ahora debes ocuparte de cuidar a tu perra como siempre e incluso más, porque hay unos cachorritos que vienen de camino y que necesitan desarrollarse seguros en el vientre. ¿Qué problemas pueden surgir durante el embarazo canino o qué riesgos hay? Te los contamos, además de enseñarte a evitarlos.
Riesgos del embarazo en perros que debes evitar
Una perra embarazada y sus futuros bebés necesitan protección y unos cuidados especiales. Ciertos factores, tanto internos como externos, pueden poner en peligro la salud de la madre y/o la vida de los perritos que se están gestando. Para que todo salga como es debido y la perra pueda parir de forma segura a una camada fuerte y saludable, es mejor evitar los siguientes factores de riesgo que ponen en compromiso el embarazo canino:
Temperaturas extremas
Demasiado frío o demasiado calor son malos para todos los perros, pero más aún para una perra gestante. Si enferma por frío o si tiene demasiado calor, podría perder apetito y debilitarse, lo que sin duda afectaría negativamente al desarrollo de los cachorros que lleva dentro.
Lo ideal es propiciarle a la perra un ambiente con una temperatura cómoda y agradable. Si es verano, no dejes que pase calor excesivo, ni dejes que pase mucho tiempo al aire libre con frío o con lluvia. Igualmente, los cambios de temperatura bruscos son desaconsejables, ya que suelen acabar en resfriado.
Deshidratación
Siempre, pero ahora más que nunca, es importante que tu perra se mantenga bien hidratada. La deshidratación puede traer consecuencias devastadoras para ella y sus cachorros.
Asegúrate de que tu perra siempre tiene agua fresca disponible y de que la consume, ¡especialmente si es verano! Si enferma o cualquier otro motivo hace que no quiera beber, optar por caldo de pollo sin sal puede ayudar a llamar su atención y que así se hidrate un poco más.
Obesidad
¿Sabías que los índices de sobrepeso y obesidad en perros domésticos son preocupantes actualmente? Esto se debe a que comen demasiadas grasas y son más sedentarios de lo que deberían. Esto es un problema que siempre debes evitar, pero especialmente durante el embarazo en perros.
La obesidad dificulta los movimientos, provoca dolores musculares y articulares y puede complicar los partos. Además, por supuesto, aumenta el riesgo de enfermedades como la diabetes o problemas del corazón o el colesterol. ¡Dale a tu perro siempre una dieta sana y equilibrada!
Es muy importante que una perra se encuentre en su peso ideal al quedar embarazada para evitar problemas durante la gestación y el parto.
Sedentarismo
Una perra embarazada no es una perra enferma ni inválida, por lo que no hay que anular la actividad física. Por supuesto, habrá que adaptar la intensidad del ejercicio a su nueva condición, especialmente cuando su vientre comience a crecer y se sienta más pesada, pero en absoluto hay que pasar a tener una vida completamente sedentaria. El ejercicio es saludable y necesario en todo momento de la vida del perro, siempre adaptado a sus condiciones y capacidades.
Accidentes y actividades peligrosas
Como decíamos, no se trata de volverse sedentario, sino de adaptar la actividad a las capacidades de la perra embarazada. Evita ejercicio excesivamente intenso o movimientos bruscos, como por ejemplo el salto de obstáculos, que podría ocasionarle golpes en el vientre.
Lo mejor para una perra embarazada son los paseos, que puedes alargar o acortar según sean sus características. Caminar ayuda a mantenerse en forma. Llegar al parto con una forma física adecuada facilitará el nacimiento de los bebés.
Recuerda que el embarazo en perros es una gran responsabilidad. Si no deseas que tu perro tenga descendencia, ¡castra antes de lamentarlo! El abandono y asesinato de camadas no deseadas NO es una opción.