Los perros son parte de nuestras vidas y es importante asegurarnos de que reciban una dieta saludable y equilibrada. Por eso, es común preguntarnos si los peludos pueden ingerir alimentos que son buenos para nosotros. Un ejemplo pueden ser las lentejas. ¿Los perros pueden comer lentejas? Veamos la respuesta.
ÍNDICE DE CONTENIDOS
Nutrientes y beneficios de las lentejas
Las lentejas son una excelente fuente de nutrientes esenciales para las personas. Entre sus beneficios más destacados encontramos:
- Alto contenido proteico. Las lentejas son una magnífica fuente de proteínas vegetales.
- Son ricas en fibra, lo que favorece la salud digestiva.
- También son una gran fuente de hierro.
- La fibra soluble que contienen las lentejas ayuda a estabilizar los niveles de glucosa en la sangre.
- Además de proteínas, fibra y hierro, las lentejas contienen una gran variedad de nutrientes esenciales. Por ejemplo, potasio, zinc, folato y vitaminas del complejo B.
Viendo los beneficios que tienen estas legumbres para nosotros, es importante tener claro si las lentejas son buenas para los perros o no lo son, antes de ofrecérselas.
Los perros pueden comer lentejas: ¿sí o no?
Aunque las lentejas no son tóxicas para los perros, es fundamental tener claro que los canes tienen necesidades nutricionales diferentes a las nuestras.
Los perros pueden comer lentejas, así como otras legumbres, pero nunca deben ser la base de su dieta diaria. Aunque los perros son omnívoros, es decir, no son plenamente carnívoros, no hay que abusar de los vegetales o las legumbres.
Cómo dar lentejas a un perro
A los perros se les puede dar lentejas, pero, ¿cómo hacerlo bien?
De forma general, la mejor manera de dar lentejas a un perro es hacerlo con moderación y siempre cocidas. Al cocer las lentejas, estas son más fáciles de digerir para el animal, proporcionándoles algunos nutrientes beneficiosos.
No obstante, es importante no añadirle ningún condimento, especia o sal, puesto que eso puede perjudicar la salud de tu mascota.
La cantidad ideal que recomiendan los expertos es un máximo de un 5% de la ración diaria y no dárselas más de 2 veces por semana.
Además de esto, es relevante introducirlas gradualmente en la dieta del animal y estar pendiente de cualquier reacción adversa.
El formato puede ser variado:
- Una opción puede ser en ensalada, con pechuga de pollo o pavo.
- En forma de puré, con carne y verduras adecuadas para el perro.
- Un estofado o potaje suave (recordemos, sin condimentos), con vegetales apropiados para ellos, así como carne de pollo, ternera o pavo.
Por último, cabe recordar que antes de llevar a cabo cualquier cambio significativo en la dieta de tu perro, lo más recomendable es consultar con tu veterinario. Que a un perro le sienten bien las lentejas, no significa que sea el caso de todos.
Beneficios de las lentejas en la dieta canina
Las lentejas son buenas para los perros y eso se refleja en diversos beneficios. Los principales son:
- Aporta mucha fibra. La fibra que aporta las lentejas a los perros es muy útil para su salud digestiva. Esta ayuda a regular su tránsito intestinal y prevenir problemas como el estreñimiento canino y en las glándulas anales.
- Vitaminas y minerales. Las lentejas poseen vitaminas y minerales tan esenciales como el hierro y algunas vitaminas del complejo B, como la B6 y la B9, además de vitamina A, C y D. Estas son fundamentales para la salud general de tu mascota.
- Antioxidantes. Las lentejas son una de las legumbres que tienen más antioxidantes naturales para los perros, especialmente por la cantidad de vitaminas que contienen.
- Proteínas vegetales. Las lentejas son una excelente fuente de proteínas vegetales. Estas suelen ser muy beneficiosas para los perros que tengan alergias alimentarias o sensibilidad a las proteínas animales.
- Aporte energético. Las lentejas son bajas en grasas, sin embargo, debido a la cantidad de proteína vegetal y a los hidratos de carbono que contienen, son una buena fuente de energía para los canes.
En definitiva, los perros pueden comer lentejas, pero de forma moderada y siempre cocidas. No obstante, antes de empezar a dárselas es importante consultar cada caso particular con el veterinario que conozca el historial médico del animal.
