En muchas ocasiones, cuando entramos en una web y esta tarda en cargar, le echamos la culpa a la conexión de Internet. Esto lo hacemos sin tener en cuenta que esta tardanza puede venir de la propia página. Lo que suele suceder en esas ocasiones es que cerramos el navegador. ¿A qué no te gustaría que eso pasase con tu web? Es por ello que te vamos a dar algunos consejos para mejorar la velocidad de carga de tu web veterinaria y que los usuarios la puedan visitar sin problemas.
Velocidad de carga: ¿qué es?
La velocidad de carga dentro de una web es el tiempo que tarda el contenido en mostrarse ante el usuario que la visita.
Cuidar este aspecto es fundamental por varios motivos:
- A las personas no nos suele gustar esperar mucho cuando estamos navegando por Internet. Queremos inmediatez.
- Del punto anterior se deriva que la experiencia de usuario se ve perjudicada. Esto provoca una tasa de abandono muy elevada.
- Además, si la velocidad de carga de tu web es muy lenta, también se verá perjudicado muy negativamente tu posicionamiento en buscadores. Google tiene en cuenta este aspecto para los resultados de búsqueda.
Por todo ello, es importante tener muy presente que esa velocidad sea la adecuada. Pero, ¿cómo saberlo? Por suerte existen muchas herramientas para medir la velocidad de carga de tu web veterinaria.
Una vez analizado este factor, si los resultados no son los apropiados, deberás ponerte manos a la obra para mejorarlo.
Cómo mejorar la velocidad de carga de la web veterinaria
Algunas de las técnicas más empleadas para mejorar la velocidad de carga de la web veterinaria son las que siguen.
1. Minimizar recursos (CSS, HTML y JavaScript)
Minimizar recursos significa eliminar datos innecesarios o que estén repetidos dentro de ellos sin que se vea afectado el modo en el que los navegadores los procesan.
Por ejemplo, eliminar código que no se utiliza, utilizar nombres de funciones más cortos, borrar formatos innecesarios, etc.
En definitiva, significa hacer un barrido por el sitio web para eliminar todo lo que no hace falta y que afecta a la velocidad de carga de la web.
Algunas herramientas que se pueden emplear para esta labor son CSS Nano y csso para minimizar CSS; HTMLMinifier para minimizar HTML; UglifyJS y Clousure Compiler para minimizar JavaScript.
2. Optimiza las imágenes
Las imágenes tienen una gran relevancia dentro del peso y carga de un sitio web. Por ello, optimizarlas es esencial para mejorar la velocidad de carga de tu web veterinaria.
Para ello, se pueden usar algunos trucos:
- Reduce el tamaño. Se pueden instalar plugins de optimización o reducir su tamaño en webs externas antes de subirlas a la página. Esto disminuirá los kilobytes de las imágenes sin que pierdan calidad.
- Usa formatos de última generación para las imágenes, como WebP, JPEG 2000 o JPEG XR. Estos suelen tener una mejor compresión-calidad en comparación a PNG o JPEG.
- Carga las imágenes en el tamaño necesario. Si tu web veterinaria requiere de una imagen en 313×235, ¿por qué cargarla en 640×480? Que la propia web se encargue de hacer ese cambio de tamaño puede retrasar la carga.
3. Compresión Gzip
Gzip se trata de un formato de compresión para los archivos de una página web. Actúa reduciendo el tamaño de dichos archivos enviados por el servidor y el tiempo de referencia.
Puede llegar a comprimir hasta un 90% los archivos de una web.
4. Evita las redirecciones múltiples
Es muy frecuente el uso de redirecciones para que el usuario no aterrice en una página inexistente en el sitio web. No obstante, una cantidad alta de redireccionamientos van a recargar el servidor, lo que supone que activarán un ciclo de solicitud extra y retrasarán la carga.
Algunas de esas redirecciones son las que se emplean para acceder a la versión móvil de tu página. Por ello, una de las estrategias para reducir la velocidad de carga de la web veterinaria es usar el diseño responsive en ella.
Con el diseño responsive la web está hecha de tal manera que se adapta a la visualización en la pantalla móvil del usuario. Por lo tanto, no es necesario un redireccionamiento.
5. Aprovecha el almacenamiento en caché de los navegadores
Cuando se accede por primera vez a un sitio web, se descargan los recursos y estos se almacenan en la memoria caché del navegador. De esta manera, la siguiente vez que los usuarios visiten el sitio web no será necesario que el proceso se realice nuevamente, accediendo más rápido.
Todos los recursos poseen una política de almacenamiento de la memoria caché en la que se define si el recurso concreto puede ser almacenado en ella, quién podría almacenarlo y durante cuánto tiempo.
Cuando el contenido no se almacena en caché o el tiempo ha expirado, las páginas tardarán en cargarse más.
El servidor deberá ejecutar la solicitud de los navegadores para conservar esos archivos guardados. Normalmente es automática, pero si no, se puede incluir un archivo para exigir el uso de la memoria caché.
6. Mejora el tiempo de respuesta de los servidores
El tiempo medio de respuesta de un servidor debería estar por debajo de los 200 ms para que una página web se considere que está correctamente optimizada. Si está por encima de esa cifra se recomienda optimizarla.
Entendemos que este tipo de factores pueden ser algo complejos de entender para quien no tiene experiencia en el ámbito. Sin embargo, es de especial relevancia tenerlos en cuenta y mejorar la velocidad de carga de vuestra web veterinaria para poder sacarle el máximo partido.
Por ello, no dudéis en contratar a un profesional para que os ayude si lo necesitáis. Entended que de nada os servirá tener una web atractiva si los usuarios no llegan a verla por cuánto tarda en abrirse.